Críticas

Cachondeo fetichista de ultratumba

[REC]3 Génesis

Paco Plaza. España, 2012.

Cartel de la película [REC]3Todas las sagas de terror sufren veloces síntomas de agotamiento, más transparentes con cada nueva entrega. Es ley de cine. Sirva Saw (2004-2010) como ejemplo reciente de una de las pocas, además de las míticas Halloween -diez entregas desde 1978-, Pesadilla en Elm Street  -otras diez cintas desde 1984- o Viernes 13 -ostenta el récord, con doce títulos desde 1980-, que logró aguantar la friolera de siete capítulos en un proceso de degradación algo más lento de lo habitual, pero igualmente inapelable. Este axioma cuasi categórico es el que eleva a la calidad de extraordinaria noticia el hecho de que la serie culmen del terror español moderno (y, para qué negarlo, de toda su historia), no solo ha remontado el vuelo con la consecución de la trilogía, sino que ha superado en pragmatismo y originalidad sus dos primeras partes.

Bajo la premisa de un redundante panorama internacional, que ha convenido en otorgar la insignia de terror de moda a las producciones sobre zombies/infectados, [REC]3 Génesis pretende ser entendida como una precuela de una saga que estremeció a un público acostumbrado, en el mejor de los casos, a la descarada copia castiza y low cost de cutres slashers americanos (¿quién no recuerda, aún para mal, Tuno negro, Pedro L. Barbero, Vicente J. Martín, 2001?). Este carácter de antecedente tan solo se justifica a título cronológico, puesto que no se arroja ni un haz de luz sobre el verdadero origen del virus; ni maldita la falta que hace, puesto que la dimensión satánica que introdujo [REC]2 (2009), a la que se vuelve a aludir, frustró las expectativas de más de uno, entre los que me incluyo.

REC 3, fotogramaEl rasgo más distinguido de la película, en lo que respecta a las maneras de la saga, no es tanto la inesperada eliminación del punto de vista subjetivo del que graba -lo que hace del primer tercio de la cinta un simpático reportaje sobre una boda-, que hasta el momento aunaba el terror de los muertos vivientes con el documental falseado -cuyo origen responde a lo que ya es un automatismo del imaginario común: El proyecto de la Bruja de Blair (The Blair Witch Project, Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999)- como su cambio de registro o, mejor dicho, su compleja pero eficaz amalgama tonal. Sabemos que el error en la codificación o la realización de un género puede dar lugar a su antípoda, un terror que da risa o una comedia sin pizca de gracia. En la cinta que nos ocupa, la asunción de este riesgo sin un resultado catastrófico es una muestra más de que en [REC]3 nada es casual, como pudiera parecer; la mutación estaba prevenida:Imagen de [REC]3 Jaume Balagueró y Paco Plaza diseñaron una fuerte base conceptual de la saga que, tras asentarse en dos episodios, descubre la reserva de un interesante y jugoso espacio para el experimento. Plaza ha sabido dirigir convenientemente esa área de ensayo hacia un más difícil todavía (hablo por el cine español), la comedia de zombies, muy al hilo anglosajón (Zombies Party/Shaun of the Dead, Edgar Wright, 2004; Bienvenidos a Zombieland/Zombieland, Ruben Fleischer, 2009, o Planet Terror, Robert Rodriguez, 2007), donde el protagonismo del televisivo Diego Martín ofrece la primera pista al espectador. A colación del reparto, un capricho personal: me queda la duda de qué novia hubiera sido una Macarena Gómez que ya brindó un sensual combate contra muertos vivientes en la divertida opereta titulada Sexykiller, morirás por ella (Miguel Martí, 2008) y que, por cierto, guarda un notable parecido físico con la aquí excepcional Leticia Dolera.

El viraje formal de [REC] 3 es tan liberal que admite todo tipo de préstamos, dando lugar a un «galimático» pastiche que va más allá de la efectiva y desequilibrada mezcla de terror y humor: frente al espanto de episodios muy concretos como el de la invasión del autobús, se sitúa una galería de simpáticos personajes (el cámara obsesionado con el Cine-Ojo de Vértov, el sucedáneo de Bob Esponja o el detective de la SGAE) y, en medio, macabros disparates como la muerte licuada del tío, el despiste del abuelo sordo o la amputación del brazo, que terminan por constatar la destreza de un bienintencionado y calculado ridículo formal (a lo que contribuye algún que otro lugar común: «estoy embarazada»).

REC 3, críticaDespués del esperpéntico desastre en los salones de bodas (el más morboso marco para emplazar una epidemia de tales características), la separación espacial del matrimonio divide a su vez la trama en lo que podrían considerarse dos subgéneros, al tiempo que la ansiedad por el reencuentro funciona como romántico reclamo: el novio se convierte en una improvisada emulación de un caballero andante que va en busca de su princesa, mientras que la novia, que no necesita que nadie la defienda, arregla un evidente y fetichista homenaje a la prometida de Kill Bill vols. 1 y 2 (Quentin Tarantino, 2003, 2004), al recortar su vestido con el único objeto de mostrar liguero y descuartizar zombies con motosierra en mano, al ritmo frenético de Eloise de Tino Casal (el análisis de una banda sonora de naturaleza «caspo-pop» que no podría maridar mejor con la bizarra estética visual, merecería un capítulo aparte).

rec-3Habiendo caminado con paso firme por la frontera que aísla la serie B pura de la parodia escatológica, la cinta agoniza a manos de dos salvajes prórrogas en su desenlace que aceleran sentimientos contrapuestos, entre la resignación y la esperanza, con una insolencia in crescendo que transgrede el mal gusto, pero perdonable, por su horma kitsch y por no alejarse de un romanticismo que ya ha encandilado al público. Balagueró y Plaza debieron de advertir que en los primeros capítulos de su saga, las salas se abarrotaron de risas nerviosas. En [REC]3 Génesis el suspense no perece, como tampoco lo hacen esas carcajadas, que en esta ocasión apuntan a una raíz bien distinta. Al fin y al cabo, el terror, como el cine, no es para tomárselo muy en serio.

Tráiler:

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Ficha técnica:

[REC]3 Génesis ,  España, 2012.

Dirección: Paco Plaza
Guion: Paco Plaza y Luiso Berdejo
Producción: Julio Fernández
Fotografía: Pablo Rosso
Música: Mikel Salas
Reparto: Leticia Dolera, Diego Martín, Mireia Ros, Ismael Martínez, Emilio Mencheta, Àlex Monner, Javier Botet, Ana Isabel Velásquez, Blai Llopis, Itziar Castro, Claire Baschet, Xavier Ruano, Borja González. Santaolalla

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