Críticas

Una gran despedida

Lucky

John Carroll Lynch. EUA, 2017.

Cartel de la película LuckyHasta la fecha, de los dos hitos de la vida importantes, la llegada a la mayoría de edad ha sido mucho más popular en la pantalla grande que la vejez. No significa que no haya habido buenas películas sobre este último tema, tales como Una historia verdadera (David Lynch, 1999), Gran Torino (Clint Eastwood, 2008) o Nebraska (Alexander Payne, 2013) por solo nombrar algunas relativamente recientes y que no solo tratan sobre las condiciones de la vejez. La estadounidense Lucky, ópera prima detrás de la cámara del actor John Carroll Lynch, ya ha entrado en este panteón. Cuenta la historia de Lucky, un ateo de 90 años, y su lucha contra la llegada de la vejez. La película muestra cómo el protagonista intenta reconciliarse con su propia mortalidad, mientras busca la iluminación, a la que llega hacia el fin del filme.  La película protagonizada por el secundario inolvidable, Harry Dean Stanton, es un homenaje póstumo al actor que falleció en septiembre de 2017, dos semanas antes del estreno. Este fue, entonces, su último papel protagonista y su último trabajo en la pantalla grande antes de su muerte. Se le puede leer también como una despedida no solo del personaje, sino también del actor, porque pareciera que Lucky es solo una extensión de la personalidad de Stanton, ya que el filme incorpora gran parte de su filosofía de vida, su ingenio seco y su habilidad musical. Hay otras similitudes entre los dos, por ejemplo, Lucky menciona haber crecido en Kentucky y Harry Dean Stanton nació y se crió en West Irvine, también en Kentucky. Además, como el personaje de la película, Stanton sirvió como cocinero a bordo del USS LST-970, un barco de desembarco de tanques, durante la Batalla de Okinawa.

David lynch y Harry Dean Stanton en Lucky

Lucky es un estudio de un personaje, más que una pieza narrativa. Es una película que ofrece una contemplación filosófica con roles sólidos y diálogos simples, pero profundos. Es una experiencia reconfortante poder “escuchar la voz de experiencia, desprovista de cualquier oropel y artimaña, verdades expresadas con contundencia y, a la vez, la delicadeza de quien ya no tiene nada de ocultar ni disimular” (Días de cine, 3 de mayo 2018). Lo más importante es que la voz de este personaje, su manera de ser y su profunda honestidad son perfectamente creíbles, tanto para los espectadores como para los paisanos del pueblo pequeño dónde vive Lucky. Cuando él dice cosas como: “Conozco la verdad, y la verdad importa. Hay que afrontarlo y asumirlo”, “Hay una diferencia entre sentirse solo y estar solo” o “La propiedad es una falacia. La autoridad es arbitraria y subjetiva” no se puede pensar que es un sabelotodo, sino un hombre de gran sabiduría. Un final apoteósico de la película (y tal vez de la vida de Harry Stanton, pero eso no se puede saber) tiene lugar en un bar donde mantiene conversaciones de alto nivel al precio de una cerveza. Allí, Lucky revela de forma nítida lo que es verdaderamente importante: “¡Sé la verdad, y la verdad importa! (…) Es la verdad de lo que somos y de lo que hacemos. Y tienes que enfrentarlo y aceptarlo. Porque la verdad del universo está esperando. La verdad de lo que es para todos nosotros (…) que todo se va a hundir (…) en la negrura, el vacío. Y nadie está a cargo. Y te quedas con ungatz. Nada. Eso es todo lo que hay”. En el bar, todos le escuchan con respeto y cariño. Lo mismo pasa cuando canta una improvisada canción entre sus amistades latinas. Eso significa que, a pesar de ser una persona un poco brusca, a veces, la sinceridad de sus acciones y la falta de cualquier afectación conquista tanto a los espectadores como a los compañeros.

En lo que respecta a la cinematografía, está claro que el director quería demostrar la vejez tal como es. Es lo que hace que la película sea creíble y auténtica. Después de unos planos panorámicos de establecimiento, al principio de la película, llega una secuencia de primeros planos y planos medios cortos del envejecido cuerpo de Lucky. La cámara comienza con los pies, las piernas, el torso, pero no llega a la cabeza. Miramos ese cuerpo vestido solo con ropa interior haciendo ejercicios de yoga después de levantarse. La honestidad con la que la cámara registra ese cuerpo coincide con la sencillez de la mise-en-scène que demuestra lo poco que Lucky necesita para funcionar bien todos los días. A lo largo del filme, la cámara está enfocada en Lucky, en el flaco y arrugado cuerpo, y en su rostro. No los evita ni intenta embellecerse, porque sabe que en ese rostro está escrita su historia y experiencia que deviene en sabiduría. A través de la fotografía, entonces, a pesar de que hoy es la juventud y la belleza lo que vende, la película otorga respeto y dignidad a los mayores y celebra la viejez.

Fotograma de la película Lucky

‘Lucky’ significa ‘afortunado’. ¿Por qué el protagonista lleva este nombre? Lo explica el médico al que Lucky va a ver después de una caída en su casa: “Ya sabes, la mayoría de la gente no llega adonde estás tú. Generalmente, son golpeados por un autobús, sufren leucemia o algo así. Nunca llegan al momento en que tú estás. Tienes la capacidad de presenciar lo que está pasando y claramente examinarlo, y lo más importante, aceptarlo. Tiene una salud excepcional para una persona de tu edad”. Luego de haber escuchado al médico, Lucky comienza a aprender cómo afrontar el fin de la existencia, uno de los momentos, en cierto modo, más fascinantes y dramáticos de cualquier ser humano.

Harry Dean Stanton, un actor secundario con un solo papel protagonista en en Paris, Texas (Wim Wenders, 1984), nos deja con una conmovedora interpretación de su alter ego Lucky, lo que se puede llamar un papel doblemente protagonista. Sin duda, fue una despedida extraordinaria, especialmente, porque el proyecto en el que apareció por última vez, contempla la vejez y le da un significado especial. Descansa en paz, Harry. Se te extrañará. A ti y a tu sonrisa.

Premios

2017: Festival de Locarno: Competición Internacional
2017: Premios Gotham: Nominada a mejor actor (Harry Dean Stanton)
2017: Satellite Awards: Mejor actor (Dean Stanton) y ópera prima
2017: Festival de Gijón: Mejor actor (Harry Dean Stanton) y BSO
2017: Asociación de Críticos de Chicago: Nom. a mejor actor (Stanton) y dir. novel

Tráiler:

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Ficha técnica:

Lucky ,  EUA, 2017.

Dirección: John Carroll Lynch
Duración: 88 minutos
Guion: Logan Sparks, Drago Sumonja
Producción: Superlative Films / Divide / Conquer / Lagralane Group. Distribuida por Magnolia Pictures
Fotografía: Tim Suhrstedt
Música: Elvis Kuehn
Reparto: Harry Dean Stanton, Ed Begley Jr., Beth Grant, James Darren, Barry Shabaka Henley, Yvonne Huff, David Lynch, Hugo Armstrong, Bertila Damas, Ron Livingston, Ana Mercedes, Sarah Cook, Amy Claire, Ulysses Olmedo, Mikey Kampmann, Otti Feder, Mouse, Pam Sparks, Tom Skerritt

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