Críticas
Mismos pasos
Los 4 Fantásticos: Primeros pasos
The Fantastic Four: First Steps. Matt Shakman. EUA, 2025.
La destrucción del mundo y, como consecuencia, de la humanidad parece ser uno de los recursos (o hasta el recurso) más extremos para ofrecerles a los espectadores o lectores (o lo que sea) un elemento de dificultad para el cual hay que encontrar una solución. Es, efectivamente, esta cuestión apocalíptica parte de la cultura humana, demostración de que en general todos pensamos de la misma manera (y soñamos con los mismos sueños, siguiendo así la cuestión revolucionaria de la fraternité que con tanta sangre hizo que se bañaran los suelos y que supuso el comienzo de una voluntad de vida democrática). La desaparición de la humanidad no es, a lo mejor, nada raro, ni nunca va a serlo, ya que todas las especies tienen este problema tan natural que resulta ser, desde un punto de vista universal, muy banal. Todo pasa, y en el fluir de las cosas se nace, se vive, se muere, esperando que los días pasados aquí hayan sido placenteros (lo cual no siempre es así, de sobremanera en la partes menos afortunadas de este globo). Por supuesto, como en el caso de la muerte personal, cuanto más se aplace la fecha de caducidad, mejor va a ser para cada uno de los terrícolas.
Los cuatro fantásticos, nacidos de las manos (y de las mente) de Lee y de Kirby, representan la idea de una ciencia ficción muy pop y muy, a veces, aventurera que abre ante los ojos de los lectores la inmensidad de un cosmos que nos puede regalar superpoderes. Son, efectivamente, productos de un momento histórico en el cual los cómics no eran otra cosa que historias para niños, con su profundidad, por supuesto, pero también con su necesaria suspension of disbelief que tanta ayuda nos puede dar a la hora de aceptar cosas que, de por sí, más bien se juntan al concepto de liviana ciencia ficción (nada que ver con la hard, que más estudios requiere y más conocimientos reales). Son una familia, por supuesto, personas que se quieren, que allí están para darse una mano el uno con el otro, y que llevan este afán de bondad caritativa al mundo mismo, en su entereza, para que los dones del universo (los citados superpoderes) sirvan para todos. Todo perfecto, entonces, dentro de una estructura que se enfrenta a un mundo futuro que se basa en una reelaboración de los años en los que se produjo la primera oleada de este cómic, los sesenta del siglo veinte.
Lo visual, dentro de los bordes de un cine para disfrutar del tiempo libre, funciona, entendido aquí como conjunto de elementos que nos hacen soñar con un mundo parecido al nuestro y, al mismo tiempo, diferente. No se puede decir lo mismo de la estructura narrativa, ya que no nos ofrece nada nuevo y ya que todo se sabe bien cómo va a acabar desde los primeros minutos. Si hay un problema se va a encontrar una solución, si bien todo parece decirnos que no, no hay ninguna (y por supuesto sí, la solución existe). Se nota así cierto aburrimiento ante la terrible posibilidad de que todo desaparezca y de que la humanidad (y no solo) termine siendo un recuerdo del que nadie va a acordarse. Que los cuatro superhéroes nos ayuden, entonces, que nos salven, que nos den una manera de escaparle a la muerte, y que nos hagan decir que sí, mañana va a ser un día en el que podremos vivir. Todo ya visto, todo ya experimentado. No hay ideas nuevas ni, efectivamente, parece que el formato de Disney-Marvel deje posibilidad de vislumbrar ciertas nuevas libertades narrativas.
Quizás haya que seguir afirmando que estos tipos de películas se dejan ver sin que dejen huellas. No son malas de por sí, sin embargo el uso de la misma estructura que se repite hasta un malestar mental de horrible saciedad provoca cierta necesaria voluntad de alejarse de estos productos y de abrazar algo que pueda darnos algo más (adulto). Es un ejemplo de estilo perfecto, esta película, y de vacuidad interna, narrativa, de incapacidad de ir más allá de unos límites que parecen haber sido impuestos por sí mismos. Ya son productos que se venden y no obras que se crean. Afortunadamente hay menos clichés marvelotas a los que (no) nos hemos acostumbrado, con personas que parecen ser inteligentes y sagaces, y que en realidad resultan ser banales y vacías. El cuarteto vino, se dejó ver, y se fue, para abrir las puertas a otras estructuras (hay un problema, parece imposible resolverlo, lo resuelven) que no son sino la misma repetida una y más veces. ¿Cui prodest? Quizás a quienes todavía no están saciados de que su lengua experimente el mismo sabor.
Ficha técnica:
Los 4 Fantásticos: Primeros pasos ( The Fantastic Four: First Steps), EUA, 2025.Dirección: Matt Shakman
Duración: 114 minutos
Guion: Josh Friedman, Eric Pearson, Jeff Kaplan, Ian Springer
Producción: Kevin Feige
Fotografía: Jess Hall
Música: Michael Giacchino
Reparto: Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Ebon Moss-Bachrach, Joseph Quinn, Julia Garner, Sarah Niles, Mark Gatiss, Natasha Lyonne, Paul Walter Hauser, Ralph Ineson