Libros: 

La película que no se ve

Título: La película que no se ve

Autor/es: Jean-Claude Carrière

Editorial: Editorial Paidós.

Año: 1997

Durante la colonización francesa, los musulmanes africanos tenían prohibido representar la figura y el rostro humano; cuando los franceses les proyectaron una película, para no ser descorteses, asistieron a la proyección pero cerraron sus ojos y así permanecieron hasta que finalizó. ¿Qué película vieron en su imaginación? ¿Qué se veía realmente?, interrogantes que irán abordando los efectos de la relación entre el individuo y el cine.

Con el relato de este suceso, La película que no se ve del francés Jean-Claude Carrière, el autor propone indagar sobre la interacción de los espectadores frente a una película cinematográfica ¿Qué imágenes seleccionamos para siempre? ¿De cuáles escapamos? ¿Cuántas películas miramos realmente o cuántas no vemos? ¿Y qué significa el cine?

Carriére ha escrito más de cincuenta guiones cinematográficos junto a grandes maestros de cine como Jacques Tati y Luis Buñuel. Algunos de sus guiones se transformaron en verdaderos clásicos: El discreto encanto de la burguesía, Belle de your, Ese oscuro objeto del deseo, La insoportable levedad del ser, Danton, Cyrano de Bergerac, El tambor de hojalata, entre otros. También es coautor, junto a Pascal Bonitzer, del libro Práctica del guión cinematográfico.

Su experiencia como guionista le ha permitido plasmar, a lo largo de estas páginas, un recorrido dividido en distintos capítulos, a través de los cuales reflexiona sobre la evolución del lenguaje cinematográfico, la influencia de otros medios audiovisuales sobre el cine, intercalando simpáticos incidentes o aquellos recuerdos que lo han marcado en su carrera. Asimismo, reflexiona sobre la influencia del cine en el individuo, la destrucción del tiempo cinematográfico en relación a la velocidad que fue adquiriendo el montaje y las modificaciones negativas que el cine sufrió a lo largo de la historia.

Uno de los capítulos más interesantes es «La desaparición del guión». Carriére expone claramente el proceso interno y externo de su profesión, las dificultades de la escritura y las ideas, el rol de la imaginación y su concepción del guión:

«Un buen guión es, en realidad, aquel que da lugar a un buen filme. Cuando el filme nace a la vida, el guión ya no existe. En la película ya terminada es, sin duda, aquello que se ve menos, esa primera forma aparentemente completa, que, sin embargo, está destinada a transformarse, a desaparecer, a confundirse con otra forma, que será la definitiva».

Hacia el final del libro, Carrière retoma aquella anécdota de los africanos musulmanes, aludiendo a que el miedo de esos hombres es el mismo miedo de nosotros frente a las imágenes: el temor a olvidarse de uno mismo, como si en vez de sentir sólo placer, nos arrebatasen el alma. Sin embargo, el desafio que el cine nos propone es lograr el equilibrio entre el engaño de su maquinaria y la satisfacción de disfrutarlo como arte.

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