Críticas
Las exigencias lógicas y la fantasía
Blancanieves
Snow White. Marc Webb. EUA, 2025.
Nos encontramos ante una de las películas que ha causado más controversias en 2025. Esta producción de los Estudios Disney, creadores de la película original de dibujos animado en 1937, ha sido realizada en los tiempos actuales de esta casa de cine, bajo diversas influencias y modos de pensar, bastante preocupados sus directivos con criterios de diversidad, equidad de género e igualdad, de oportunidades para incluir todas las razas y géneros en las narraciones (sea esto consistente o no con la historia real de los personajes), y extremo cuidado en el empleo de leguaje incluyente y políticamente correcto según los gustos de la modernidad progresista. Disney ha ejercido liderazgo en este sentido en el campo del cine, y ha ido produciendo sus nuevas versiones de anteriores clásicos y capítulos adicionales de sus famosas y exitosas sagas anteriores en parte con estos criterios. Ello ha dado origen a crecientes controversias y dificultades con los resultados económicos de sus producciones. No todas las personas se sienten cómodas con tanto énfasis en revisionismos y en cambios de perspectiva. Al fin y al cabo, el cine cumple muchas funciones y muchos sienten rechazo considerando esto como una forma de manipulación para generar formas preferidas de narrativa con criterios casi de adoctrinamiento cultural.
Olvidando las controversias, que han estado estimuladas en buena parte por las declaraciones públicas de su protagonista Rachel Zegler y por las demoras y cambios en la producción como respuesta a circunstancias y críticas diversas, paso ahora a comentar la película. Se trata de una producción que ha implicado altos costos y un gran esfuerzo técnico, de coordinación y de diseño. La historia ha sido concebida con la idea de que sea creíble, no tanto en el sentido de la magia y la leyenda, sino en las motivaciones funcionales de los personajes, que hacen parte de un engranaje: los 7 enanitos son personajes digitales, mineros especializados en el manejo de una sofisticada explotación que produce piedras preciosas; los reyes, padres de la princesa Blancanieves, son gobernantes de una monarquía socialmente justa, cuyos súbditos son respetados y tenidos en cuenta; el rey es un idealista que se casa con ilusión y buenas intenciones con una hermosa mujer cuando queda viudo; llega así a la historia la reina madrasta, que se convierte en personaje malvado, empeñada en destruir no solamente el gobierno idealista de su esposo el rey, sino en hacerlo desaparecer para quedarse con el poder en forma absolutista y tiránica; el príncipe encantado es una especie de Robin Hood que lidera una banda de personajes diversos (al mejor estilo de los conceptos progre), para combatir las injusticias de la malvada reina; Blancanieves es una joven pero sofisticada mujer, que se considera heredera de los ideales de su padre, el rey desaparecido y que ha sido abandonada en el bosque (bajo órdenes de su madrastra, que la quería muerta), donde encuentra el lugar de los enanitos, que, como en la historia original, la acogen con sorpresa y cariño.
Así armados los ribetes lógicos de la historia, se restringen de alguna manera los espacios para la fantasía y la magia, ingredientes naturales de la narración original. El empleo de las herramientas digitales y del diseño espectacular, hacen de la bella madrasta un personaje que parece protagonista de película de supervillanos, sujeta a sus caprichos de ser la mujer más hermosa de la comarca según las respuestas y acciones de un espejo mágico, a modo de diabólico protagonista de esta saga. Los siete enanitos son hijos legítimos del diseño, dado que son personajes digitales, pero me parece que han resultado muy bien. La princesa Blancanieves piensa con ilusión en su padre desaparecido y se expresa musicalmente con temas de corte social a modo de admoniciones y consejos para los espectadores sobre lo que son las buenas prácticas de la solidaridad y la hermandad; ella va evolucionando hasta convertirse en un líder que rescata al pueblo de la tiranía; el príncipe es una mezcla de atrevimiento y timidez, bajo el influjo de una amada decidida y de tendencias dominantes.
La película está bastante bien elaborada desde el punto de vista formal y de su coherencia narrativa. Los colores son vívidos en general y también oscuros cuando la temática lo sugiere. Los ambientes son atractivos y bellos. La música es hermosa. La actuación está bien cuidada e hilada. La narración va discurriendo agradablemente. Creo que vale la pena verla.
Pero queda la sensación de que hay una especie de inconsistencia básica, de un sabor incompleto que se manifiesta como una cierta falta de gusto y de fuerza interior en los roles mismos de los tres personajes principales. Da la impresión de que no quedaron enteramente contentos con sus papeles, a pesar de los obvios y disciplinados trabajos que debieron hacer para entregarse a fondo en la búsqueda de los valores narrativos inspirados por los realizadores y la dirección. Pero parece que no es fácil encontrar el equilibrio entre la fantasía y la magia y las lógicas del progresismo social y cultural que trata de abrirse paso en el cine.
Trailer:
Ficha técnica:
Blancanieves (Snow White), EUA, 2025.Dirección: Marc Webb
Duración: 109 minutos
Guion: Greta Gerwig, Erin Cressida Wilson. Basada en Blancanieves de los Hermanos Grimm
Producción: Marc Platt
Fotografía: Mandy Walker
Música: Benj Pasek, Justin Paul
Reparto: Rachel Zegler, Gal Gadot, Andrew Burnap, Emilia Faucher, Olivia Verrall, Ansu Kabia, Lorena Andrea, Hadley Fraser