Críticas
Boring Old World
Captain America: Brave New World
Otros títulos: Capitán América: Un Nuevo Mundo.
Julius Onah. EUA, 2025.
Podría ser que se trate de cansancio. O, quizás, la cuestión remonta a una problemática con la que ya se había abierto el desarrollo hacia lo peor. Se nota, efectivamente, que la cuestión de una caída de calidad no se debe, muchas veces, a que falten ideas, sino que el producto mismo, en cuanto elemento narrativo, siempre ha tenido sus limitaciones y difícilmente puede ir más allá de lo que son sus reservas imaginativas. No se está yendo hacia la sequedad de las nuevas propuestas, las que nos pueden ayudar a seguir diciendo que algo nos ha dejado boquiabiertos, sino que, más sencillamente, los límites internos son tales que nada permiten sino la necesidad de seguir contando el mismo cuento. Y es que, efectivamente, a veces es posible ver algo más interesante, algo que nos atrapa unos segundos, mientras que en otros percibimos cierto cansancio, sobre todo ante el hecho de estar comiendo el mismo plato sin que el cocinero se haya dado cuenta de que ha olvidado añadir un poco de sal. Scorsese, efectivamente, razón tiene cuando dice que los recientes filmes de superhéroes no son verdadero cine, e imposible resulta pensar que lo que se nos propone hoy en día tiene el mismo valor que Joe Pesci y De Niro en blanco y negro.
Y es que, de hecho, esta película no es tal, ya que se trata de un producto dentro de un conjunto de productos que intentan vender otros productos sin que, dicho sea de paso, se note cierto tipo de voluntad artística, palabra que aquí se usa no para hablar de los grandes verdes valles del Arte (palabra a veces snob que poco amor me suscita, ya que tengo un apetito más pragmático y materialista) sino de la necesidad de contar historias que tengan una buena técnica y que logren darnos algo a nosotros los espectadores. Falta, entonces, una estructura que sea clara, que funcione, que nos permita acceder al elemento fílmico que se nos ofrece y que, teóricamente, tendría que presentar una serie de elementos narrativos con los cuales poder entablar un discurso de entertainment durante más o menos dos horas. El resultado, lamentable pero obviamente, es que se nota cierto cansancio, cierta incapacidad de darnos un cuento pulido, bien calibrado, que vaya más allá de la cuestión de estarnos ofreciendo un producto.
Y esta es, bien claro quede, la cuestión. Brave New World no es una película, es simplemente parte de un Leviatán cuyo objetivo (algo del que ya hubiéramos tenido que darnos cuenta cuando Disney nos presentó el fracaso de su Star Wars) es simplemente crear un conjunto de lazos que se mezclan en la presencia de otras películas y series de televisión cuyo consumo es la única manera para efectivamente entender lo que está pasando en la pantalla. Todo forma parte de un único mundo, entonces, de una única telaraña, y todo sigue proponiendo el mismo esquema, los mismos chistes, la misma fórmula que poco espacio deja a la expresión de una voz diferente. Visto uno, se podría decir, es como si todos los hubiéramos visto, si bien correcto es también decir que visto uno hay ver un montón de muchos otros para poder seguir la ruta de una narración que parece no querer acabar nunca (y, sí, un día tendrá que terminar, quizás para volver después de algunos años con un nuevo universo y un nuevo reboot). Y las cuestiones de un nuevo presidente de los EEUU, de un antiguo enemigo que vuelve a asomarse, y de los juegos políticos se mezclan hasta darnos un resultado que lleva más a bostezar y menos a aplaudir.
Hay que preguntarse si el problema es, efectivamente, un cansancio pasajero o una decadencia interna. Si la estructura de los productos de superhéroes es tal que nada permite a la imaginación sino seguir caminando sobre la misma ruta para siempre, el resultado sería la pérdida de cualquier exigencia de novedad por parte del espectador, quien, ya adulto, perdería también la capacidad de darse cuenta de que estos son productos no para los más jóvenes sino para un proceso de infantilización del medium. Si podemos hablar de Miller y Moore en el mundo de las dos grandes editoras americanas (y no solo de ellos, por supuesto, baste pensar en Peter David o De Matteis), verdad es que se notan las limitaciones del género, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de un producto cuyo objetivo fue, es y será vender, vender y vender. Parece entonces síntoma de un problema real esta película de un mundo que acaba de engordar tan profundamente hasta mostrar cierta posibilidad de derrumbarse bajo su propio peso. Y, quizás, una vez lo haga se nos volverá a ofrecer obras para niños que se han convertido en adultos sin olvidar lo que aquella edad suponía y no para adultos que exigen seguir siendo niños dentro de una enfermiza idea de sempiterna juventud.
Ficha técnica:
Captain America: Brave New World / Capitán América: Un Nuevo Mundo , EUA, 2025.Dirección: Julius Onah
Duración: 118 minutos
Guion: Rob Edwards, Malcolm Spellman, Peter Glanz
Producción: Kevin Feige, Nate Moore, Malcolm Spellman
Fotografía: Kramer Morgenthau
Música: Laura Karpman
Reparto: Anthony Mackie, Harrison Ford, Danny Ramirez, Shira Haas, Xosha Roquemore, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Carl Lumbly, Giancarlo Esposito, Tim Blake Nelson