The Lady in the Van

Sobre esas ocasiones en las que algo sucede en nuestras vidas, capaz de cambiar el destino sin que sea nuestra voluntad: así es como llega la protagonista de esta historia a la vida de un habitante londinense de Camden. Mezclado con esta fortuita situación, asistiremos al típico caso de aquella persona capaz de ignorar serios problemas, no sólo habitacionales, sino de índole psicológica. En resumen, estamos ante una comedia psicológica que por momentos explota las características de sus personajes, creando momentos de drama bastante traumáticos.

Nicholas Hytner, británico de la ciudad de Manchester es el director de esta obra, que mezcla ciertas partes de humor, con hechos históricos que ocurren durante los quince años en los que Miss Shepherd (Maggie Smith) vive -por razones que iremos hilando a lo largo del film- en una van aparcada en alguna calle del mítico barrio de Camden. El realizador ha participado en la dirección de filmes como Haciendo Historia (The History Boys, 2006), Camino a la fama (Center Stage, 2000) y Las Brujas de Salem (The Crucible, 1996).

La imagen posee un tratamiento adecuado a la época que retrata, más bien dicho, no precisamente son los años 70 los que denota la imagen, pero sí de mitad del siglo veinte. Este tipo de imagen ha sido un recurso que están utilizando directores británicos como Tom Hooper para retratar la carrera ascendente de Brian Clough en la premier league británica en El Nuevo Entrenador (The Damned United, 2009) o en la historia del rey George VI en El discurso del rey (The King’s Speech, 2010). Este estilo de trato fotográfico que imprime Andrew Dunn se caracteriza por construir una imagen con un brillo bastante remarcado y con una composición artística cuidada al detalle, algo que según lo que se puede observar, es una tendencia bastante notoria en la actualidad; una pulcritud que por ejemplo, encontraremos en series de TV como House of Cards (2011) o películas como La Teoría del Todo (The Theory of Everything, James Marsh, 2014) y El Código Enigma (The Imitation Game, Morten Tyldum, 2014).

De Maggie Smith no se puede esperar más que un trabajo excelente, interpretando a la intrincada psiquis de su personaje en gran forma. Lo que transmite con su interpretación de Ms. Shepherd establece una relación de amor-odio constante, ya que el hecho de ser una mujer solitaria que vive a la intemperie y que necesita ayuda construye una personalidad que por momentos genera rechazo y por otros congoja. Por otra parte, Alex Jennings interpreta al tranquilo y lleno de paciencia Alan Bennett, un personaje que también transmite cierta congoja, pero en su caso, debido a que debe soportar los cambios de humor de la señora Shepherd. Y así como la actuación de ambos es brillante, también lo es la relación que van cimentando a lo largo del transcurso de la película.

La vida de la señora Shepherd, marcada por un hecho que ocurre ya en la primera escena del film, marca sus siguientes quince años de vida, hecho que paradójicamente la lleva a vivir en un curioso escondite «infalible», en un barrio del centro de Londres. Pero esta construcción mental que ella hace de una presunta culpabilidad no la convierte en culpable per se, pero sí funciona como puntapié inicial para todo lo que ocurre después, que es el tema central de The Lady in the Van, o dándole sentido, La mujer en la furgoneta.

Esa cuestión lúdica que convierte a una señora mayor en una niña que necesita ayuda constante, que transforma la vida del barrio pero más precisamente la de Alan Bennett, y que accidentalmente hace que Ms. Shepherd pase a ser una vecina más, por derecho adquirido a la fuerza, que por circunstancia constituye la temática central de The Lady in the Van, aunque también se pone en tela de juicio cómo actúan los ciudadanos que tienen todo al alcance de su mano para ayudar a alguien que, más que económicamente hablando, tiene serios problemas psicológicos.

Tráiler: