Entrevistas 

Xu Bing, director de Dragonfly Eyes

Xu BingXu Bing (1955) nació en China y aunque vivió dieciocho años en Estados Unidos, actualmente reside en Beijing, donde ha formado parte de la Academia de Bellas Artes. Dragonfly Eyes es su ópera prima, una película realizada a partir de la compilación de material procedente de cámaras de seguridad.

Dragonfly Eyes se revela como una ficción construida a partir de la realidad y, tanto es así, que las personas que aparecen en las imágenes seleccionadas no sabían que saldrían en la película. La naturaleza de la imagen de Dragonfly Eyes, por tanto, si cabe, sería la de mayor pureza posible, porque bebe directamente de ese manantial que es la vida, sin necesidad de reproducirla con otros medios técnicos y otras formas narrativas, o en otras palabras, sin que un director de cine intervenga sobre esa realidad colocando una cámara, como el propio Xu Bing nos explica a continuación. De este modo, asistimos a una representación, sí, pero lo es de algo que tan solo se encuentra manipulado por el montaje y en el que, al menos las personas que salen en la misma no debían de tener una conciencia muy fuerte de la existencia de una cámara que les estaba filmando. Es decir, que asistimos a la vida captada por cámaras de seguridad y, sobre estas imágenes, el director se ha encargado de superponer una historia de ficción que termina de otorgar cierto sentido a las imágenes que vemos.

Este es el modo en que Xu Bing vincula ficción y realidad, captando en dicho proceso el ritmo cambiante y frenético al que se ve sometida la sociedad, la cual nos obliga a modificar nuestro estado de forma permanente. Dragonfly Eyes habla de esta metamorfosis continua a la que estamos sometidos, en todos los ámbitos, tecnológico, personal, etcétera. ¿Qué es verdad y qué es mentira en esta película? ¿Qué hay por debajo de estas imágenes? ¿Dónde está el límite en una película como esta?

La cuestión es distinguir la imagen, agudizar la mirada, en un momento en que, por ejemplo, hasta los informativos de televisión la interpreta. No dejarse llevar. Esta imposibilidad de diferenciar realidad de ficción, derivada de este mecanismo construido por Xu Bing, tiene dentro de sí subtramas que la apoyan, ya que juega un papel importante el rostro y la cirugía estética que llega a hacerse la protagonista. En este contexto, la violencia se convierte en un protagonista que nos hace cuestionarnos también dónde están los límites del ser humano. Ejemplos da el film, unos cuantos… Una película, por tanto, que, más allá de ser reflejo de la metamorfosis a la que nos somete la sociedad, consigue algo más, instalar la duda y no dejar que todo sea blanco o negro.

EL ESPECTADOR IMAGINARIO ha entrevistado a Xu Bing sobre su película Dragonfly Eyes con el siguiente resultado.

 

Raúl Liébana (RL): ¿Todas las imágenes se han tomado de la realidad o, por el contrario, hay alguna que no? En definitiva, ¿qué es lo que se ha extraído de la realidad en Dragonfly Eyes?

Xu Bing (XB): Soy un perfeccionista y exijo que todas las imágenes de la película sean tomadas con cámaras de vigilancia auténticas, donde no participe ningún fotógrafo. Supongamos que se coloca una cámara para filmar junto a una cámara de vigilancia, entonces sería una elección deliberada de perspectiva y, por lo tanto, no auténtica. Durante el proceso de recopilación de imágenes, discutimos mucho sobre cuáles debían ser los parámetros que debían cumplir las de las cámaras de vigilancia. Por ejemplo, ¿las grabaciones de tacógrafo se consideran video de vigilancia? Creo que sí lo son. Cualquier metraje que no se grabó para el propósito de esta película es «inconsciente». O, dicho de otro modo, las personas que aparecen en el metraje no sabían que estaban siendo fotografiadas, lo que genera un fuerte sentido de la realidad. Nuestra película está compuesta de estas imágenes «inconscientes».

RL: Sobre estas imágenes podríamos reflexionar de diferentes formas. Uno, estamos rodeados de cámaras y todo está siendo filmado de forma permanente. Dos, estas cámaras a veces registran cosas que el ojo humano no puede ver. Me gustaría preguntarle, ¿por qué estas imágenes y no otras y, por tanto, en qué aspectos se basó la selección de las imágenes?

XB: Las cámaras de vigilancia siempre funcionan, siempre están a la espera. Puede que no lleguen a mostrar nada durante cientos de horas, pero también pueden llegar a capturar cosas completamente extrañas en un abrir y cerrar de ojos. Nuestro criterio para seleccionar las imágenes fue que nos ayudaran a comunicar mejor la filosofía y pensamientos que queríamos expresar a través de esta película. Estas imágenes incluyen aquellas que son silenciosas y aquellas que muestran escenas impactantes de desastres.

Otro criterio es que tratamos de elegir las imágenes con una perspectiva que es exclusiva del metraje de la cámara de vigilancia. La razón por la cual las cámaras de vigilancia están instaladas es para registrar tanta información como sea posible dentro del marco. No tiene nada que ver con las composiciones tradicionales de la fotografía. Por lo tanto, estas imágenes tienen un poder expresivo único que está más allá de nuestra comprensión de la estética convencional de la fotografía o el cine.

Dragonfly Eyes

RL: Pero entonces, ¿cree que las cámaras de vigilancia pueden revelar cosas que el ojo humano no puede ver?

XB: Sí, así lo creo. En primer lugar, las cámaras de vigilancia pueden esperar días y años. Ningún fotógrafo podría ser tan paciente como estas cámaras para esperar cientos de miles de horas. Las cámaras de vigilancia pueden capturar lo que los fotógrafos no pueden. En segundo lugar, las cámaras de vigilancia están en todas partes. Pueden mostrarnos simultáneamente lo que está sucediendo en diferentes rincones del mundo. Esto es algo que los ojos desnudos no pueden lograr.

RL: Decidió mezclar la historia de Qing Ting, Ke Fan y Xiao Xiao -celebrity- con imágenes de cámaras de vigilancia pero, ¿cuánto tiempo estuvo mirando imágenes para seleccionarlas?

XB: Mi equipo y yo hemos recopilado más de 11.000 horas de metraje de cámaras de seguridad. Luego, el equipo de edición y yo pasamos, al menos, 3000 horas mirando imágenes para seleccionarlas. Por supuesto, a veces usamos forwards rápidos.

RL: Podríamos hablar también de la relación de la vida real con las redes sociales, con Internet. ¿Cómo cree que la vida real se relaciona con las redes sociales hoy?

XB: Las redes sociales se han convertido en parte de nuestra vida real, complementando lo que no teníamos antes de la popularización de Internet y agregando otra dimensión de la vida. Las redes sociales y lo que solíamos llamar realidad forman una relación mutuamente complementaria. Hoy, la vida real es aún limitada. Sin embargo, Internet permite que crezca el pensamiento y la imaginación de todos; los deseos de la gente también crecen. En este sentido, a través de las redes sociales, muchas personas intentan lograr lo que no pueden lograr en sus vidas reales. Por ejemplo, una cuestión cada vez más popular en las redes sociales es la [re]transmisión de la vida, una forma de transmisión en vivo de la vida de uno mismo. Durante el rodaje, hablamos con alguien que puso videos de cámaras de vigilancia de él mismo en web públicas. Hoy, mucha gente intenta establecer conexiones con el mundo, presentándose a través de las redes sociales, con la esperanza de que esto cambie sus vidas.

RL: ¿Cómo articuló la historia de ficción dentro de todas las imágenes que usó de las cámaras de vigilancia?

XB: El metraje de la cámara de ficción y de vigilancia es completamente diferente, sino opuesto. Debido a que no tienen ninguna relación, me sentí obligado a utilizar imágenes de cámaras de vigilancia de la vida real y contar una historia ficticia para crear tensión cinematográfica. Esto es muy desafiante, porque nadie antes ha completado un proyecto como este con éxito. Tuvimos que utilizar varias estrategias cinemáticas, como el efecto de sonido, el ajuste de color y la narración, para compensar la falta de narrativa del video de vigilancia. Además, no teníamos actores. Es por eso que la película cuenta una historia sobre la cirugía plástica. Hasta cierto punto, compensa la ausencia de actores. Además de eso, también diseñamos cuidadosamente los efectos de sonido para facilitar las imágenes en la narración.

RL: Cuando usted mezcla las historias (ficción y realidad), podemos ver una idea sobre un mundo despiadado, donde un hombre sale de un automóvil para pelear con otro hombre, porque este último golpeó accidentalmente su automóvil. Y en este mismo sentido, también podemos ver la situación en que termina la celebrity como «youtuber». En este sentido, ¿cree que este tipo de tecnología en realidad no es beneficiosa y perjudica al ser humano?

XB: La tecnología es la fuerza principal que impulsa a los seres humanos a mejorar sus vidas y avanzar en sus civilizaciones. Sin embargo, en la antigua filosofía china, uno encuentra un gran concepto llamado Zhongyong, que literalmente puede traducirse como «estar en el medio». Todo tiene un límite. Todo es significativo hasta cierto punto. Una vez que no llega a la cantidad adecuada o excede ese límite, se vuelve dañino. El avance tecnológico, en sí mismo, no nos perjudica. Es importante para las personas gestionar aquello por lo que se ven afectados debido a la tecnología. Si no lo hacemos, la tecnología puede dañarnos.

RL: Sería interesante hablar sobre otras facetas, entre las que podemos distinguir el audio y los diálogos. En la mayoría de las imágenes, el audio original se ha mantenido y es raro que se hiciese algo para enfatizar la escena. Sin embargo, el trabajo más difícil fue con los diálogos. Hay muchas ocasiones en las que no se oía bien, por lo que usted se vio obligado a usar técnicas para recrearlo. ¿Puede hablarnos sobre el trabajo realizado con el sonido y los diálogos?

XB: El diseño de sonido y el diálogo en la película son muy complicados y especiales. Me di cuenta desde el principio, que el sonido sería crucial, ya que nos permitiría contar y amplificar la historia cuando no pudiéramos crear nuevas imágenes o trabajar con actores en las imágenes. También nos ayudó a construir escenas y personajes de diferentes modos que las imágenes, por sí solas, no podían.

Al poner capas a nuestro sonido, pudimos crear una sensación de espacio. Casi todas las cámaras de vigilancia son fijas y proporcionan una perspectiva inmutable del espacio que cubren, por lo que sirven para distanciar a la audiencia de la acción en cierto grado. Las primeras imágenes de vigilancia que evaluamos fueron silenciosas, pero el material más reciente también incluye grabación de sonido. Dicho esto, usamos solo una pequeña cantidad de sonidos originales. La mayoría de los sonidos de fondo los hicimos nosotros, pero tratamos de recrear la sensación de los sonidos originales de las imágenes de la cámara de vigilancia.

RL: El cuadro rojo, que tiene una función de reconocimiento de imágenes, actúa como un personaje más. Es como si dentro de las imágenes, hubiera alguien que controla esas imágenes. ¿Con qué propósito usó el cuadro rojo?

XB: Esta película tiene múltiples perspectivas. El recuadro rojo refleja el análisis de AI del sitio. Otra perspectiva es la de los policías, que analizan el caso a través de imágenes de la cámara de vigilancia. Las voces en off de Qingting y Ke Fan también constituyen sus propias perspectivas. Las perspectivas de estos cuadros rojos demuestran la distancia entre AA y la realidad, así como la brecha entre el AI y la mente humana.

RL: Dragonfly Eyes es una alegoría del mundo en el que vivimos hoy; un mundo que genera miles de imágenes por minuto. La película refleja la necesidad de que las personas graben, filmen todo lo que sucede y publiquen esas imágenes más adelante. Usted como cineasta, ¿qué piensa sobre esta idea? Y, ¿cuál cree que debería ser nuestra responsabilidad sobre las imágenes?

XB: A veces, un video de vigilancia sigue siendo extremadamente silencioso durante cientos de horas, y otras solo necesita un par de segundos capturar algo inesperado, loco y totalmente irracional. Un fragmento como ese puede ampliar nuestro conocimiento actual hasta el límite o, incluso, cambiar nuestra visión de la historia. Proporciona evidencia de un fenómeno que no podemos entender o explicar, aunque sabemos que realmente ocurrió. Me hace preguntarme qué cosas extrañas sucedieron en épocas anteriores sin ser registradas. Gracias a las cámaras de vigilancia, ahora podemos verlas. Sería maravilloso que estos registros objetivos se pudieran preservar para que las futuras generaciones lo puedan ver, pero gran parte del metraje se borrará poco después de que se haya grabado. Estas ideas surgieron durante el proceso de realización de la película y nos ayudaron a enriquecer y profundizar los temas de la película.

RL: ¿Qué piensa sobre la relación entre la vida real y el arte después de filmar esta película?

XB: Mi opinión actual no ha cambiado mucho con respecto a antes de finalizar la película. Siempre he creído que la vida real podría proporcionar una inspiración infinita para la creación artística. Eso es porque la vida real, en sí misma, cambia constantemente y genera nuevas preguntas. A cambio, los artistas contribuyen a la realidad a través del arte.

RL: Para finalizar, ¿cómo relaciona su importante carrera desarrollada en otros campos del arte importante y reconocida con el rodaje de tu primera película?

XB: Soy un artista visual y esta es la primera vez que hago una película. Puedo afirmar que esta película es una continuación de mis métodos de trabajo y mi actitud hacia el arte. Todos mis proyectos artísticos se perciben de un modo diferente, en la medida en que parece que no han sido hechos por la misma persona. Pero, en el fondo, comparten la misma columna vertebral, explican y resaltan aspectos del otro. Dragonfly Eyes no es diferente. Toma mi trabajo anterior Background Story, que transforma lo invisible en visible, y viceversa. El espectador que mira la historia de fondo ve una pintura de paisaje china clásica, pero en realidad, no es una pintura hecha en papel o lienzo; está hecho de materiales abandonados que están dispuestos para crear efectos de luz que imitan la pintura de paisaje. Siempre me ha gustado usar materiales pequeños e, incluso, sin sentido de una manera seria para producir un «hecho» sustancial, que en realidad es una ficción. Hace treinta años, hice Book from the Sky, una serie de pergaminos cubiertos con ‘falsos’ caracteres chinos de mi propia invención. También me gusta jugar con los límites del conocimiento y los conceptos humanos. En mi trabajo Square Word Calligraphy hay un sistema de escritura que se parece a los caracteres chinos, pero en realidad es inglés. Cuando miras esa caligrafía, ninguno de nuestros conocimientos actuales es de mucha utilidad. Del mismo modo, no podemos definir Dragonfly Eyes como ficción o documental. Años antes de crear Dragonfly Eyes, hice Book from the Ground, un libro de cuentos escrito en signos e iconos que todos pueden leer. Al igual que con Dragonfly Eyes, nos llevó años terminar el trabajo; la popularidad generalizada de los emojis eventualmente ayudó.

No abordo el arte a través de ningún estilo o escuela del pasado, porque los artistas inventan escuelas, tendencias y estilos como formas de abordar los problemas de su tiempo. Para discutir los problemas de hoy, necesito usar la forma de hablar de hoy, y no puedo encontrar eso en ningún sistema preexistente.

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