Morelia se ha convertido en una cita obligada para el cinéfilo mexicano (y también para el internacional), pero es importante para México, porque dentro de la amplia y creciente lista de festivales de cine que hay actualmente, el FICM es definitivamente uno de los más importantes, y quizá uno de los que tienen más aire de “Festival” como lo son en otros países del mundo.
Factores como que su sede principal esté en el centro de la ciudad y la mayoría de los foros estén cercanos para llegar a pie, así como que la variedad (aunque no tan extensa) de restaurantes, cafés, bares y opciones de entretenimiento estén en un radio de ocho cuadras, son fundamentales para darle vida a esta fiesta. Resulta tan llamativa y agradable la zona y la ciudad en general, que en combinación con la programación consecuente y consistente (en cada edición) han logrado que cumpla un año más y que sobrepase las expectativas de visitantes a las salas de proyección, teniendo un creciente aumento anual.
No en todos los festivales del país hay funciones prácticamente sobrevendidas, con todos los asientos llenos, e incluso las escaleras. Los primeros días del FICM este año, era prácticamente imposible circular por el vestíbulo de su sede principal, había filas por todos lados, e incluso gente que no pudo entrar a varias de las funciones más esperadas.
Así como se llenan las salas, también se inundan las calles (de gente y de lluvia) para recibir a las personalidades que desfilan por la alfombra roja, pero es posible toparse de pronto con estrellas y directores, que casual y tranquilamente están caminando por el Jardín de las Rosas o cerca de la Catedral. Así, en este año era fácil toparse con John Sayles, Quentin Tarantino, Alfonso Cuarón o Robert Rodriguez, o con el resucitado –pero nunca olvidado- Alejandro Jodorowsky, que tenía un grupo bastante grande de reporteros y fotógrafos siguiéndolo a todos lados.
Como cada año, Morelia tiene sus secciones de competencia que son prácticamente en su totalidad para trabajos mexicanos: Concurso de guión michoacano, cortometrajes michoacanos (ambos porque el Festival se lleva a cabo en este Estado), Cortometraje Mexicano, Largometraje Mexicano en dos categorías: primera o segunda película o película mexicana (esta última sección es nueva para esta onceava edición). Largometraje y Cortometraje Documental Mexicano. Asimismo, hay otra sección a concurso muy importante que es Morelia Lab en donde proyectos de México y otras partes del mundo son «tallereados» y al final se entregan diversos premios como estímulo a la producción de las películas en construcción que se presentaron.
Es estimulante ir al FICM porque su programación cada año es más grande y está llena de cine de calidad, gracias –en buena medida- a las alianzas estratégicas que han ido cosechando con los años. Por ejemplo: la Semana de la Crítica, su alianza con UCLA, los vínculos con el Tour de Cine Francés, el Instituto Goethe, la Filmoteca Española, Fundación Televisa, Festival Ambulante, entre otras.
También cabe resaltar ciertas líneas que ha mantenido en su programación desde sus inicios. Esto es, tener siempre un ciclo de programación para un michoacano destacado. Homenajes a personajes del cine nacional (este año ha sido a Arturo de Córdoba y Carmen Montejo), así como a grandes directores de la escena internacional, como fue el caso de Alejandro Jodorowsky que tuvo su retrospectiva, así como la presentación de su más reciente película La danza de la realidad (2013). Junto a esto, siempre hay invitados especiales, como ya se mencionó antes: Alfonso Cuarón, que presentó en la Gala Inaugural Gravity (2013); Quentin Tarantino, que fue a presentar películas de su colección personal como Mary, Mary, Bloody Mary (1975). Así también estuvo presente John Sayles con su nueva cinta Go For Sisters; Bruno Dumont, con Camille Claudel, 1915; y Robert Rodriguez con Machete Kills.
Junto a esto, sus secciones recurrentes de Cine sin Fronteras, que habla sobre migración, o México Imaginario, en el que proyectan películas que muestran la visión que tienen de México en el mundo. Así como la presentación de los estrenos nacionales e internacionales, que este año estuvieron llenos de títulos muy esperados como Blue Jasmine (Woody Allen), Blue is the Warmest Color (Abellatif Kechiche), Mood Indigo (Michel Gondry), About Time (Richard Curtis), Capitán Phillips (Paul Greengrass), Don Jon (Joseph Gordon-Levitt), Jeune & Jolie (François Ozon), Inside Llewyn Davis (Ethan y Joel Coen), entre muchas otras. Esta cantidad de películas señaladas (que no son ni la décima parte del total) muy pocos festivales en México pueden presumir de tener.
Tal vez, un problema que se viene próximamente para Morelia, es que su céntrica sede muy pronto no será suficiente para albergar al público sediento de películas, porque tienen salas llenas una tras otra, lo que no siempre ocurre en un festival en México. Es curioso, porque además no sucede el mismo fenómeno en su sede alterna que está en un Centro Comercial, aunque parece más bien que esta es más para los locales, que para toda la bandada de amantes del cine que viajan de diversos puntos del mundo para disfrutar de la ciudad colonial y el cine que en ella se alberga.
El Festival Internacional de Cine de Morelia goza del apoyo de su Estado, el Municipio, IMCINE y otras instancias públicas, así como de la cadena de cines más importante de México, que proyecta publicidad en sus casi tres mil salas. Pero sería impreciso y falso decir que su éxito estriba sólo en contar con estos apoyos, cuando es la dirección atinada de Daniela Michel y su forma de vincularse, así como la línea que ha marcado por ya once años, lo que mantiene y hace que crezca el FICM, consolidándolo como uno de los festivales más importantes de México, y seguro uno que pronto se convertirá en uno de los más importantes de América y el Mundo.
Cineminuto:




Dicen que el amor entra por el estómago. Hay múltiples películas que hablan sobre la importancia de la comida en las relaciones, y sobre todo, acerca de los sabores para transformar la percepción. Así, esta pieza -ópera prima- de Ritesh Batra muestra cómo dos personajes completamente diferentes y sin vínculos (aparentes) se unen a través de una lonchera que contiene no sólo las recetas más especiales, llenas de sazón y amor, sino las notas más íntimas y personales de ambos personajes.
La nueva película de Michel Gondry está basada en la novela existencialista y poética La espuma de los días, de Boris Vian. Tras La Ciencia del Sueño, que dista mucho de su memorable Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004), el director francés comenzó una continua exploración de la animación y experimentación (que ya había mostrado en sus videoclips y comerciales).
La última película de Noemie Lvovsky es sobre Camille, una actriz que está en el peor momento de su vida, hundida en el alcoholismo, con una relación colapsada con su esposo, prácticamente sin trabajo y con una terrible depresión. En medio de todo eso, por alguna mágica razón, viaja al pasado (con su cuerpo y experiencias actuales) para entrar nuevamente en la escuela preparatoria, vivir con sus padres y revivir una serie de experiencias de su juventud.
El ex director del Festival de Cine de San Sebastián es un asiduo cinéfilo, que en esta ocasión se ha encargado de hacer un documental que es más bien una revisión de la percepción de la mujer, a través del cine español, por más de setenta años. Con material de archivo de más de cincuenta películas, Galán hace un recorrido didáctico (por medio del guion que él mismo escribió) sobre la mujer como símbolo y objeto de deseo, mostrándola en distintas facetas.
El Santo es una de las figuras más emblemáticas de la cultura popular mexicana del siglo veinte. El Santo no es sólo un digno y famoso representante de la lucha libre mexicana, sino que además es un héroe nacional y una estrella de cine. Con motivo del aniversario de su natalicio, se ha realizado este documental que relata parte de la historia del personaje, pero sobre todo de su hijo luchador (uno de los diez que tuvo) llamado “El hijo del Santo”.
El racismo en los Estados Unidos ha sido un tema que parece de nunca terminar. Sin embargo, en su historia, la comunidad afroamericana ha logrado superar las barreras del color para poder llevar una vida plena y vivir su sueño americano de libertad; para llegar a ésta, generaciones enteras han tenido que padecer el sufrimiento, la sangre, el dolor y la injusticia.
En medio de la vorágine que Gravity (Alfonso Cuarón) está causando, seguramente comenzarán a brotar películas sobre el espacio, astronautas y misiones complicadas. Europa Report es una austera cinta sobre la misión espacial Europa que ha ido a una luna de Júpiter a explorar, en busca de rastros de organismos vivos.

Después de películas como 
François Ozon es tan versátil que en cada nueva película toca un tema completamente distinto al anterior. En el caso de Joven y Bella, se ha alejado del thriller psicológico de
Hablar del cine de Alejandro Jodorowsky es como hacer un viaje al subconsciente, en donde realmente cualquier cosa es posible en la pantalla. Esta vez, después de más de veinte años sin dirigir, regresa el realizador chileno con una película autobiográfica, titulada La danza de la realidad, basada en su novela homónima, en donde sus tres hijos han participado en todas las áreas (producción, música e interpretación, entre otros).
La migración es un fenómeno social que existe desde tiempos inmemoriales. Las movilizaciones son algo cotidiano y necesario. Sin embargo, en los últimos años, el fenómeno se ha transformado en una problemática, debido a las leyes que se aplican y los lineamientos que deben seguir las personas para poder comenzar a vivir en otro lugar.
Radio Francia es más que un edificio enorme, es veinticuatro horas de transmisión ininterrumpida, es información, es música, es pensamiento, pero, sobre todo, es toda la gente que ahí trabaja y que forma parte de la gran comunidad francesa que se alimenta diariamente de lo que escucha por la estación.
Las familias fragmentadas y disfuncionales son, recientemente, un tema recurrente en el cine. El año pasado hubo una película de temática casi idéntica a La vida después, titulada Las lágrimas (Pablo Delgado, 2013). En ambas historias, una madre con problemas severos de depresión ha perdido el sentido de su vida y se ha alejado de sus dos hijos.
Fernando García, también conocido como “Pinolito” es un actor infantil mexicano, que sevdesempeñó tanto en el cine como en el cabaret. Hijo de la actriz Lilia Ortega, en años recientes asumió su cambio de identidad, convirtiéndose en una mujer llamada Coral Bonelli.
Este es un remake de una reciente película mexicana de Jorge Michel, que habla sobre el canibalismo en el siglo veintiuno. La adaptación que ha hecho Mickle de la cinta la ha convertido en una historia mucho más interesante y con más profundidad que ayuda a la comprensión de los motivos de los personajes.
Mari Pepa es una banda de punk-rock de cinco jóvenes mexicanos, y también era el título de un cortometraje dirigido por Kishi Leopo con el que ganó varios premios nacionales e internacionales. De la sencilla anécdota de Alex –el guitarrista- y la relación con su abuela emerge este largometraje, que retrata la relación de los jóvenes de la banda y la manera en la viven sus respectivas realidades.
Con casi tres horas de metraje, The Act of Killing es un documento inaudito que registra el pensamiento de algunos de los más importantes representantes de toda una época de genocidios en Indonesia por el temor (y el odio) hacia el comunismo.
El esteta Wong Kar-Wai ha elegido una nueva historia de amor, que ya no solo retrata aquel amor entre un hombre y una mujer, sino un amor más complejo, como el que profesa un hombre por su honor, por su disciplina y por el legado de sus ancestros.