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Octopus!
Se trata, a veces, de aprender algo más sobre lo que nos rodea. Sea lo que sea, la información (cuando fiable, cuando verdadera) nos puede ayudar a mejorar nuestra misma manera de ser, tan solo por el hecho de abrir paso a una consideración del mundo que vaya más allá de los rudimentos de los cuales todos tendríamos que disponer. Conocer cómo funcionan los pulpos, entonces, no se reduce (ni tiene que hacerlo) a unas frases más sobre su condición física, sino que, correctamente, nos permite abrir los ojos sobre uno de los muchos elementos que forman parte de nuestro alrededor (y del cosmos, por una cuestión de contenido y contenedor). Funciona, entonces, este documental en dos partes si de aprendizaje y enseñanza se habla, ya que, llegados al final del viaje, algo sí habremos adquirido y nuestra visión de los pulpos habrá cambiado (por lo menos, si poco o casi nada de ellos sabemos). Y no funciona, de hecho, si vamos a controlar las estrategias utilizadas para narrar algo que ya de por sí resulta fascinante.
Efectivamente, la escritura de la narración resulta un poco cursi, con unas frases y conceptos a veces ridículos no muy bien recitados por Waller-Bridge y que mal se insertan en una estructura que sí demuestra que muchas piezas interesantes hay en esta pequeña obra. No se sabe bien por cual razón tiene que estar presente un actor de SNL, ya que nada aporta al conjunto de lo que vemos, y la voluntad de crear story telling con un pulpo ficticio deja abierta una sensación de incomodidad mental debida a cierto grado de infantilización y de liviana superficialidad (enmascarada de argucia). Mala es también la parte final, con una especie de mensaje que, si bien podría resultar correcto, suena demasiado a pseudo new age y nos deja pensar que quizás más simple habría sido si la directora hubiera cortado un poco más los minutos y nos hubiera regalado un documental-filme de una hora o poco más. Es por estas razones una obra que demuestra que sí, hay una buena estructura, y que sí, algo se puede aprender, si bien las herramientas de la narración podrían resultar demasiado pesadas.