Críticas
Unreleased!
Fantastic Four
Oley Sassone. Alemania, 1994.
A lo mejor a los niños les hubiera gustado. Nada más se puede decir de ciertos productos que nacen solo para que nadie los vea. Y es que, efectivamente, este cuarteto solo tenía como objetivo mostrar que, sí, la productora algo estaba haciendo, por lo cual los derechos tenían que seguir perteneciéndole. Una cuestión meramente legal, entonces, que nada (y cuando nada decimos, nada entendemos) tenía que ver con la idea de crear una obra que pudiera llegar a los cines. Por lo menos, a las pequeñas pantallas, a lo mejor de noche, cuando los que sufren de insomnio no saben qué hacer y se dejan llevar por (muchas veces, si bien no siempre) la basura que solo sirve para ocupar tiempo y espacio. Hecho solo para que todo quedara quieto, quizás este cuarteto ya estuviera demostrando que efectivamente la mayoría de los productos con superhéroes no es nada más que una manera de hacer dinero, dejando por un lado cualquier tipo de supuesta voluntad artística. Premonición, entonces, no de todas las obras, por supuesto, pero sí de su casi inmensa mayoría.
No hay mucho que decir. Ya bastan los primeros minutos para darse cuenta de que dos son los problemas más grandes : por un lado los efectos especiales, dignos de un filme de serie B, por el otro el guion, que parece haber sido escrito en menos de un par de días, intentado crear una especie de andamiaje narrativo cuya fuerza reside en no permitir que el público se dé cuenta de los (muchos) problemas. Justo, entonces, el intento de no dejar que nadie viera este producto, si bien hay que subrayar que no, no es el mal encarnado, simplemente una obra insuficiente y terriblemente aburrida. Su visión se parece más al trabajo del historiador de cine que decide analizar algo cuyo valor solo reside en las leyendas urbanas que han ido creciendo a su alrededor. Nada más, nada menos, hasta darse cuenta de que los bostezos se amontonan y difícil resulta que se mantengan abiertos los ojos.
¿Hubiera sido, de todas formas, un tal fracaso? Hay algo que nos indica que sí, por supuesto. Low budget, low FX, low screenplay. Pero hay también momentos que nos hacen pensar que quizás hubiera logrado encontrar su público y que, además, por el hecho de no haber costado (casi) nada cierto tipo de recaudación la hubiera podido obtener. Habría que pensar por cuál razón decidieron que este filme nunca sería visto por nadie (sin embargo, nuestros ojos lo pueden ver). ¿Vergüenza? ¿Cierto remordimiento artístico? ¿Posibles cuestiones de carácter moral que impidieron dejarse arrastrar por una falta de valor estético y narrativo? Por supuesto que no, los productores de filmes muchas veces ningún tipo de conciencia tienen, y ya que pecunia non olet se hubiera podido pensar en venderlo como VHS (o DVD). Así no fue y quizás resultó ser algo positivo para la película, ya que su misteriosa existencia la ha convertido en un pequeño filme de culto, por lo menos por su estatus de paria.
La de los fantásticos cuatro es así una película que ha traspasado su mérito artístico (no, no existe) para dejarse llevar hacia el mundo de lo mitológico, de lo que sale de nuestra simple realidad mundana y entra en el purgatorio de los cult. De por sí, la obra no tiene mucho que ofrecer, ni tan solo como so bad it’s good, pero sí nos regala algo cuando logramos decir que hemos sido entre los pocos afortunados que han tenido la oportunidad de verla (como si hoy en día esto no fuera tan fácil gracias a la red). Es la cultura pop que transforma un producto en un elemento mitológico del cual se habla no por su valor en cuanto elemento creado para un propósito, sino porque es un “evento”, algo que se convierte en un símbolo de algo más, algo que es, efectivamente, parte de la cultura de un subgénero de pobres amantes del cine (de serie B, por supuesto). Y esto quizás sea, como en el caso de The Room, algo capaz de salvar lo que no se puede defender.
Ficha técnica:
Fantastic Four , Alemania, 1994.Dirección: Oley Sassone
Duración: 90 minutos
Guion: Craig J. Nevius, Kevin Rock
Producción: Steven Rabiner
Fotografía: Mark Parry
Música: David Wurst, Eric Wurst
Reparto: Alex Hyde-White, Jay Underwood, Rebecca Staab, Michael Bailey Smith, Carl Ciarfalio, Ian Trigger, Joseph Culp, Kat Green, George Gaynes