Críticas

Deus vult

Apocalipsis en los trópicos

Apocalypse in the Tropics. Petra Costa. Brasil, EUA, UK, 2024.

La política es un elemento de cada grupo humano. Desde los elementos más pequeños, de dos personas, hasta los más grandes, de millones, la idea es que se intente convivir, establecer unas leyes y seguirlas, hasta variarlas cuando la sociedad y la cultura estén a punto de cambiar (o ya hayan cambiado lo bastante para que se hable de variaciones necesarias). La política es, que nos guste o menos, la estructura más importante del ser humano : posibilita la intercomunicación, la vida diaria, nuestro bienestar tanto mental como físico. Y es también verdad que en los últimos años se viene diciendo que la política habría empezado a ser vista como algo pesado, como un deber del cual queremos deshacernos porque resulta incapaz de relacionarse con nuestras mismas maneras de ser. Un desfase, por supuesto, que quizás no sea nada nuevo y que más resulte ser una de las muchas fake news con las que se intenta roer las fundamentas de los baluartes más fuertes de la política, aquellas democracias en las que buena parte (si bien no la mayoría) de la humanidad vive y, se espera, seguirá viviendo durante muchos siglos.

La mezcla de religión y política es, ella también, nada efectivamente nuevo. Baste con pensar cómo un emperador romano decidió cambiar la religión de su estado (y de sus muchas provincias). O tan solo sería suficiente pensar en la teocracia del islam inicial, que tantos problemas sigue creando por estar presente en algunas (no todas, por supuesto) de las regiones que hoy en día siguen leyendo el Corán. La religión, entonces, cuando se aleja de lo personal para entrar dentro de lo social, de lo público, no puede sino ser un elemento peligroso, incapaz por su naturaleza de cooperar con la cuestión de la democracia, ya que esta supone la tolerancia entre las diferentes maneras de pensar (hasta la sagrada elección por no creer) y el respeto que solo puede nacer dentro de un estado secular, que no se atiene a ningún principio sino el del ser humano (el ser humano es el fin, no el instrumento, como decía el filósofo prusiano). Tiempos terribles son los en los cuales la ideología (de cualquier tipo negativo) toma posesión de la racionalidad, de la tolerancia (la que soporta todo menos la intolerancia, ya que Popper tenía razón) y de la lógica, para así quitarle el aliento al futuro, a la democracia, al anhelo por el bien global.

La religión puede ser, entonces, un instrumento negativo, ya que sale del principio de separación de las esferas. Lo que un dios diga no puede ni tiene que convertirse en una imposición en contra del bienestar de las personas, allí donde este bienestar esté al alcance. Es el uso de la religión cristiana, entonces, la que se analiza, se controla y se critica en este documental cuya visión resulta tan necesaria para que aprendamos a defendernos en el futuro. Y es que, efectivamente, la religión utilizada en esta gran nación sudamericana es la que permitió a Bolsonaro ganar las elecciones y a Lula casi perder durante su vuelta al mundo político. O quizás más correcto sería decir que la religión de la comunidad evangélica bien se había unido a ideologías de extrema derecha (tan funestas como las de extrema izquierda, por supuesto) y gracias a la erosión del tiempo había logrado tomar su asiento en las mentes de los fieles. Sería entonces necesario preguntarnos si el problema (el mal de lo antidemocrático que se disfraza de democracia, de fingida libertad de pensamiento y palabra) se sitúa en lo ideológico o si, cosa más terrible, en lo privadamente psicológico de cada uno de los creyentes que intentaron el coup d’etat de 2022.

Este apocalipsis nos revela los problemas de un mundo que se deja arrastrar por una gana de poder, de imposición de una ideología negativa que quiere quitarles las libertades (tan solo de ser, de existir) a parte de la población. El ejemplo de Brasil puede que solo sea uno de los muchos presentes en el mundo, sobre todo en aquellas zonas donde la creencia en una entidad superior sigue siendo tan importante desde un punto de vista de personalidad, de pertenencia a un grupo, de formar parte de algo “más grande”. Y así es cómo el menosprecio ante la diversidad, ante lo que no se conforma a unas ideas antidemocráticas demasiado inflexibles, puede llevar a que nazca una nueva cruzada en la cual el enemigo es simplemente quien no se adapta a una manera de pensar que va en contra de lo racional. Es una lucha, a lo mejor, entre un futuro de toda la humanidad y una voluntad de destrucción que quiere englobar en su sagrado fuego destructor a todo un mundo que solo quiere respirar aire libre.

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Ficha técnica:

Apocalipsis en los trópicos (Apocalypse in the Tropics),  Brasil, EUA, UK, 2024.

Dirección: Petra Costa
Duración: 109 minutos
Guion: Petra Costa, Alessandra Orofino, David Barker, Nels Bangerter, Tina Baz, Moara Passoni
Producción: Petra Costa, Alessandra Orofino
Fotografía: João Atala, Murilo Salazar, Pedro Urano
Música: Rodrigo Leão

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