El 38º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, presidido por Fernando Juan Lima y dirigido por Pablo Conde,  se inauguró el 2 de noviembre de 2023  con presencia de autoridades del Ministerio de Cultura y del INCAA en la Sala Astor Piazzola del Teatro Auditorium. Este año estuvo dedicado a la celebración de los 40 años de democracia sin censura en la Argentina y promovió un fuerte apoyo al cine nacional que actualmente discute un anteproyecto de ley, necesaria para su supervivencia.

Un cuento de Borges inspiró a Hombre de la esquina rosada, la película de apertura, restaurada para poder ser presentada este año entre los clásicos de Cannes. Dirigida por René Mugica en 1962, narra una tragedia protagonizada por Francisco Petrone, Jacinto Herrera, Susana Campos y Walter Vidarte. En los suburbios de Buenos Aires se desarrolla un drama ambientado a comienzos del siglo veinte. Cine noir para una historia de amor, traición y venganza que se desenvuelve entre la cárcel y las calles empedradas de un barrio tradicional porteño.

El festival contó con la presencia del director español Juan Antonio Bayona, a quien le entregó el Premio Astor a la Trayectoria por su gran trayectoria, con títulos (El orfanato, Lo imposible, Un monstruo viene a verme, Jurassic World: el reino caído, etcétera) que han sido exhibidos internacionalmente y reconocidos en festivales prestigiosos.

Su última película, La sociedad de la nieve narra la historia del accidente aeronáutico que sufrió el equipo de rugby uruguayo en la Cordillera de los Andes. Iniciada en plena pandemia, convocó a su equipo técnico y actoral, contactado mediante conferencias virtuales, a Uruguay,  con las consabidas cuarentenas, para comenzar el rodaje.

En la clase maestra que brindó Bayona en el Teatro Colón contó cómo definió su profesión de cineasta: “Crecí en España cuando la televisión solo emitía sus programas en dos canales. Allí vi películas de François Truffaut, Akira Kurosawa o Alfred Hitchcock, sin saber entonces lo que era un director”. Su cinefilia lo llevó a obtener una credencial periodística para asistir a los festivales, donde consiguió entrevistar a varias figuras que admiraba. Guillermo del Toro posó su mirada en este joven prodigio y le abrió una puerta para que pasara de la crítica a la realización. Durante siete años había guardado el proyecto de una película de terror que, gracias a esa oportunidad y después de arduo trabajo, tuvo su estreno en sala. Así conocimos El orfanato.

Además del premio a la trayectoria para Bayona, hubo reconocimientos para la realizadora argentina Ana Katz y a una institución señera como es la Cinemateca Uruguaya.

El corazón del festival lo componen las distintas competencias. Pero antes de enfocarnos en ellas, debemos mencionar que el evento tan esperado cada año abrió sus salas y desplegó sus pantallas para los trabajos recientes de directores tan destacados como Yorgos Lanthimos, Michel Gondy, Hong Sang-soo, Víctor Erice, Kleber Mendonça Filho, Gonzalo Garcìa Pelayo, Fernando Trueba, Alice rohrwacher, Noora Niasari, Liz Lobato, Lisandro Alonso, Edgardo Cozarinsky, Martín Rejtman y Andrés Di Tella, entre otros.

Competencia Internacional

Dos películas argentinas recibieron los premios más importantes del Festival. El Premio Especial del Jurado y el Premio del Público fue para Cecilia Kang por Partió de mí un barco llevándome  y el Premio Astor Piazzola a la Mejor Dirección para la propuesta poética de Laura Basombío por Las almas.

Cecilia Kang presentó su estreno mundial, el documental Partió de mí un barco llevándome. A través de una serie de cartas, ofrece los testimonios de varias “mujeres de consuelo”. Se llamaba así a las esclavas sexuales del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial. En un viaje a Corea del Sur, la directora fue testigo del relato de una de esas sobrevivientes, que inspiró su película. Ella cuenta: “Ese testimonio me rompió, me quebró, fue muy fuerte escucharlo directamente de una persona que tuvo que soportar esa experiencia. Después de eso me dieron ganas de hacer una película, pero era un tema muy inabarcable, no creía tener todas las herramientas para contar ese hecho histórico”. En la comunidad coreana encontró los medios para lograr hacerlo y el resultado fue reconocido con el merecido reconocimiento del jurado y del público.

Arthur & Diana, de la alemana Sara Summa, fue presentada por su directora como “una obra de ficción, pero también es un pedazo de nuestras vidas, un documento de la infancia de mi hijo y una película que se hizo con una gran libertad”. Summa fue reconocida con Premio Astor Piazzola a la Mejor Interpretación.

La competencia se nutrió de otros títulos, como Elena sabe (de la argentina Anahí Berneri), basada en la novela de Claudia Piñeiro y con la interpretación de Mercedes Morán y Érica Rivas. Para Berneri “fue todo un desafío, porque la novela está estructurada como un viaje, donde una madre repasa su vida (…) La hemos cambiado por un viaje interior en el que se cuenta la entereza, la fuerza y la debilidad de una madre, que todo lo puede pero que ya no puede, y lo difícil que es para su hija ver ese deterioro”.

También se presentaron LaRoy, ópera prima de Shane Atkinson, que con humor narra, en clave de cine negro, una historia de infidelidades y detectives, y la coproducción mexicano-española No voy a pedirle a nadie que me crea, de Fernando Frías de la Parra, en la que un becario que debe viajar se ve envuelto en problemas debido a un cartel narco que le asigna un encargo. Su director afirma que disfrutó rodarla, ya que la película cuenta con una estructura donde se combinan varios géneros, equivalentes a los estados de humor por los que atraviesa una persona cada día. Por su parte, el portugués Paulo Abreu presentó Ubú, una película inspirada en personajes como Trump, Bolsonaro o Kim Jong-un, y lo hizo en un formato 4:3 para plasmar en estilo clásico el tono absurdo y grotesco de su historia: un personaje que asesina al rey para adueñarse del trono.

El primer largo de ficción del italiano Alessandro Pugno, Animal/Humano, es una fábula sobre la tauromaquia para cuestionar tanto la condición humana como la animal. Como define su autor, le interesaba alejarse de la crítica social a las corridas de toros “para hacer algo más filosófico y reflexionar sobre las imposiciones y la sublimación de la masculinidad”. En contraposición, el peruano Marco Panatonic presentó en calidad de estreno mundial Kinra, una de las tantas historias de migración desde lo rural a lo urbano, aunque en este caso, el viaje hacia la ciudad se convertirá en un regreso al origen con carácter reivindicativo. Su autor sostiene que “quería contar cómo sobrevivimos hasta el día de hoy gracias al uso que hacemos de ella en la comunidad quechua peruana a la que pertenezco. Se trató de contar a mi pueblo, con nuestros tiempos y nuestros rituales”.

Si de cicatrices se trata, la ópera prima de la canadiense Meredith Hama-Brown, Seagrass, las saca a la luz en una historia sobre la convivencia interracial: “Partiendo desde lo personal y adentrándome de a poco en la ficción, intenté mostrar la relación entre una madre y sus hijas” en un entorno en que conviven canadienses y asiáticos.

En un recorrido existencial, el coreano Kim Taeyang presentó Mimang, en la que sus personajes transitan por las calles de Seúl en una especie de “metáfora de las relaciones de los personajes y de los cambios en su interior, así como de sus recuerdos. Seúl es una ciudad que combina el pasado y el presente, y está en un estado de cambio constante, como un organismo, al igual que todas las ciudades del mundo”.

Competencia Latinoamericana

Otro sol

El desierto de Atacama es protagonista de la película chilena Otro Sol (de Francisco Rodríguez Teare), convertido en un laberinto hostil donde se propone la reconstrucción de un enigma. Obtuvo el Astor Piazzola al Mejor Largometraje “por su riesgo formal, que transgrede la propia tradición cinematográfica en la que se inscribe, guiándonos por una geografía poco visitada, con personajes hipnóticos”.

O dia que te conheci tuvo su estreno mundial. La tercera película del brasileño André Novais Oliveira narra la historia de Zeca, quien una mañana se propone repetir su rutina diaria, sin contar que una serie de contrariedades le impedirán reconocerse en su recorrido. Obtuvo una Mención Especial “por retratar territorios periféricos no solo físicos, sino también emocionales”.

El Astor Piazzola al Mejor Cortometraje lo recibió La noche del minotauro, de Juliana Zuluaga Montoya, “por su trabajo autoral con el archivo y su espíritu insurrecto, que nos hace descubrir un pasado invisibilizado”. Y hubo una Mención Especial para Nueva esperanza, de Carlos Rentería, “por su textura onírica para retratar paisajes cotidianos inmersos en la contingencia de la pandemia con una mirada sensible y no convencional”.

Los viajes también fueron la propuesta de Llaki, de Diego Revollo, con una inmersión en la comunidad Lunlaya en la búsqueda de respuestas, y en El viento que arrasa, de Paula Hernández, una road movie a la que se suben un padre enceguecido por la fe y su hija adolescente que intenta desviar el destino. Por su parte, Los colonos, del chileno Felipe Gálvez, se interna en el desierto patagónico para construir una expedición aniquiladora de pueblos originarios para que sus tres socios –un militar, un mercenario y un mestizo- abran un paso hacia el Océano Atlántico

El colombiano Juan Sebastián Quebrada presentó El otro hijo, una película que se interna en los sentimientos de varios personajes ante la pérdida de un ser querido y la manera en que el dolor les signa su realidad. El castillo, de Martín Benchimol, nos habla de prejuicios clasistas y sentimientos de culpa, revelando la fragilidad del ascenso social en historias de aparente progreso.

Finalmente, Las cosas indefinidas, de María Aparicio, se adentra en el género del cine dentro del cine: una montajista atraviesa una profunda crisis de identidad frente a la muerte de un amigo.

Competencia Argentina

Adentro mío estoy bailando

El Premio Astor Piazzola al Mejor Largometraje de la Competencia Argentina fue para Adentro mío estoy bailando, de Paloma Schachmann y Leandro Koch, sobre las raíces de la música klezmer en la cultura judía. Una historia de amor, la filmación de un documental y el viaje para encontrar las fuentes culturales buscadas se constituyen en las principales líneas narrativas que desarrolla el film.

Romina Tamburello y Federico Actis obtuvieron el Premio José Martínez Suárez a la Mejor Dirección por su película Vera y el deseo de los otros, que narra los días de una adolescente que alquila un departamento a jóvenes que quieren tener sexo, descubriendo para sí el despertar sexual y su identidad. En esa misma tónica de cine sobre la adolescencia, se presentó también Alemania, de María Zanetti, sobre una joven que, cansada de ser eclipsada por la rebeldía enfermiza de su hermana, solo sueña con su propia libertad.

Otras películas de la competencia fueron: Lagunas (Federico Cardone), sobre los antepasados indígenas, su territorio y la herencia intergeneracional que reciben actualmente los niños que asisten a colegios rurales en el desierto; Clara se pierde en el bosque, ópera prima de Camila Fabbri, en la que una mujer es sacudida en su cotidianidad por el recuerdo de una tragedia que la impulsa a replantearse su futuro; y El empresario, de Germán Scelso, es un documental con material de archivo sobre la violencia de los 70 y las huellas que han dejado en  las generaciones siguientes, a través del encuentro entre el hijo (el director de la película) de un guerrillero detenido y desaparecido cuando el empresario fue liberado y los descendientes de este último; entre otras.

Especies de compañía, de Juan Renau, recibió el Premio Astor Piazzolla al Mejor Cortometraje, con una historia que trata de las mascotas y su relación con los humanos de una manera conmovedora. Hubo Menciones Especiales para  Corrientes mercuriales, de Carolina Fusilier,  “por su riqueza audiovisual para abordar las fuerzas económico-energéticas que afectan nuestra vida en sociedad”, y para La necesidad de un testigo, de Mariana Sanguinetti y Renzo Cozza, “por su personalidad para contar una historia de soledad contemporánea, mezclando humor y misterio. Por su mirada afilada, divertida y triste a la vez”.

Competencia Estados Alterados

Malqueridas

Tana Gilbert, directora chilena de Malqueridas, recibió el Premio Astor Piazzola a Mejor Película, en la que plasma la realidad de mujeres privadas de su libertad que son madres, que en Chile representan el 92 por ciento. El jurado la destaca “por rescatar imágenes que se consideran descartables, tal como las vidas que retrata, con una mirada provocativa que enfatiza la potencia y la cualidad liberadora de los vínculos”.

Orlando, ma biographie politique, de Paul B. Preciado, recibió una Mención Especial: “Por su amor y humor para repensar lo que puede ser una adaptación y una autobiografía, sosteniendo el deseo con espíritu tanto revolucionario como alegre”. Narra las historias de un grupo trans y no binarias a través de la novela de Virginia Woolf.

Otros largos exhibidos fueron: Sobre todo de noche, de Víctor Iriarte, una dura historia sobre los crímenes de la España franquista; El polvo, de Nicolás Torchinsky, descubre la intimidad de alguien que ya no está a través de los objetos que le pertenecieron; El auge del humano 3, de Eduardo Williams, registra en 360 grados a adolescentes de distintas partes del mundo que luchan por escapar de una sociedad que los aliena; y Night Walk, del coreano Sohn Koo-yong, compone con trazos abstractos una serie de paisajes misteriosos.

Finalmente, Mast-del, el corto de Maryam Tafakory, recibió una Mención Especial “por dar voz a la desesperación cotidiana por la que pasan las personas más peligrosas en Irán: mujeres que desean”.

Competencia En Tránsito / Work In Progress

El Premio Astor Piazzolla al Mejor Proyecto lo recibió Todo documento de civilización, de Tatiana Mazú González, “por la valentía de develar la violencia de un sistema opresor mediante un manejo dinámico de múltiples recursos narrativos, con fuerte marca autoral”.

Autores y autoras

En esta sección, se pudieron ver Mixtape La Pampa, de Andrés Di Tella, un diario cinematográfico que sigue los pasos de Guillermo Enrique Hudson y vida como gaucho naturalista pampeano y como el escritor inglés exiliado; La práctica, de Martín Rejtman, una película en la que el autor buscó imprimir mayor cantidad de diálogos, velocidad y humor; La próxima película de Carmen Trevilla, del español Gonzalo García Pelayo; Pobres criaturas, del griego Yorgos Lanthimos; La bestia, de Bertrand Bonello; El libro de las soluciones, del francés Michel Gondry; La chimera, de la italiana Alice Rohrwacher; Music, de la alemana Angela Schanelec; In Our Day, de Hong Sang-soo; y Gol gana, de Taika Waititi.

Actividades especiales

El INCAA organizó actividades especiales a través de sus programas: Historias Breves 21 (con los cortos ganadores del tradicional concurso); la 7ª muestra nacional de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), Las escuelas van al cine, etcétera. También se presentó el libro Fundido a negro. Cine y censura a 40 años del retorno de la democracia, sobre la recuperación de los archivos y testimonios que dan cuenta de la labor de la censura en los momentos más oscuros. Hubo foros (Cine y perspectiva de género), paneles (Detrás de escena: cómo hacer una película de terror hoy; Del papel al mundo: explorando el proceso creativo de la adaptación cinematográfica), entre otros.

Fuente: 38º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

Unidos por la democracia

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