La animación es una técnica que puede resultar controversial a primera vista en los documentales, pero cuyo uso se extiende porque expande las posibilidades de ese tipo de filmes. Eso es lo que tienen en común Couleur de peau: miel, de Laurent Boileau y el artista del cómic nacido en Corea del Sur y adoptado por una familia belga Jung Henin (2012), y el cortometraje ecuatoriano Vicenta de Carla Valencia (2014), la realizadora de uno de los documentales recientes más destacados de Ecuador, Abuelos (2010).
Coleur de peau: miel es un relato de la vida de Jung, nombre artístico de Jung Henin. Fue uno de muchos niños coreanos entregados en adopción a familias en el extranjero luego del armisticio que suspendió la guerra con Corea del Norte, en 1953. Lo adoptó una familia de Bélgica en 1971, y padeció problemas de adaptación y de identidad. Incluso se inventó que era japonés. De adulto llevó a cabo una investigación en torno a las causas de que haya sido un niño abandonado, la cual plantea hipótesis que apuntan hacia el rechazo al mestizaje y a las madres solteras en su país natal, por causa de tradiciones morales.
A la técnica que se utiliza para contar la historia de la infancia y la juventud del protagonista se añaden imágenes de archivo, y partes que muestran a Jung de adulto y en su confrontación con los documentos de la adopción. Esos son recursos más característicos de lo que generalmente se entiende por documental. La animación, además, tiene una justificación en la película como una reconstrucción del pasado característica de la docuficción. Está basada en la novela gráfica autobiográfica homónima del artista, lo cual también podría ser considerado como documental. El dibujo funcionaría como una extensión gráfica de la voz grabada de los personajes reales de un filme de ese tipo.



E agora? Lembra-me es un diario filmado que Joaquim Pinto llevó de los meses en los que se sometió a un tratamiento experimental para la enfermedad que padece desde hace veinte años: hepatitis C agravada por el sida. Y es también una crónica del amor del realizador por su esposo y colega, Nuno Leonel, y un ensayo sobre la lucha de la vida contra la muerte, que comprende un relato de los esfuerzos para proteger a los árboles plantados y a la naturaleza de los estragos de la sequía, y meditaciones sobre temas que van desde la religión y los virus, y los esfuerzos de la ciencia para combatirlos, hasta los recortes presupuestarios a la salud pública en Europa y la incertidumbre sobre el futuro.
Los filmes sobre la familia en primera persona es el género de moda en el que se inscribe El grill de César, película de coproducción ecuatoriana, alemana y suiza que compartió este año el premio al mejor documental en el Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse con La muerte de Jaime Roldós, dirigida por Manolo Sarmiento, también de Ecuador. Ha estado además en Berlín y Cartagena, entre otros festivales.
Adalberto Heide, el “Maestro”, y Divino Tserewahu son los personajes principales de O mestre e o Divino. El primero es un misionero salesiano alemán que en 1957 comenzó a hacer un trabajo etnográfico del que resultó el filme Xavante, Auwe Uptabi, povo autêntico (1972), correalizado con Bartolomeu Giaccaria. El segundo fue formado por Heide, y principalmente por la ONG Video nas Aldeias, y ha llegado a convertirse en un cineasta importante del pueblo xavante. La manera de filmar y de ser de ambos es confrontada en el documental reflexivo de Tiago Campos, una película sobre la forma como se representa a los indígenas y que también muestra el trabajo de su propia realización, con el director brasileño y su equipo como personajes secundarios.
Return to Homs (2013) hace recordar uno de los episodios de Paisà de Roberto Rossellini (1946), aquel en el que la enfermera estadounidense Harriet atraviesa una Florencia en guerra para tratar de reunirse con su novio, que se ha convertido en líder de los guerrilleros italianos. En la película, Talal Derki, que ganó el Gran Premio del Jurado en la competencia internacional de documentales del Festival de Sundance este año, la ciudad es Homs, en Siria, que va dejando de ser lo que fue para convertirse en campo de batalla entre el ejército fiel al dictador Bashar al Assad y los que se le enfrentan con las armas.
Resulta complicada la identificación de Vicenta como documental. Es una película de cinco minutos en el que Valencia continúa la indagación de Abuelos en la confluencia azarosa de destinos por la que nació en Ecuador, y tiene parientes originarios de ese país y exiliados de Chile por la dictadura de Pinochet. La protagonista figuraba como un personaje secundario en las historias que le contaron para hacer el filme anterior, y es una contraparte femenina de los dos personajes principales masculinos de esa película.