Festivales
Los siete debuts de la Sección Oficial

Posiblemente, a mi juicio, sea el mejor conjunto de películas de directores que realizan por primera vez un largometraje y son presentados a concurso en una sección oficial de un festival. He tenido la inmensa suerte y placer de poder ver sus proyecciones en primicia, debido a que todos ellos se estrenaban en la SEMINCI de Valladolid. Me alegra que el jurado haya acertado en su veredicto y valorado los excelentes trabajos que han realizado todos los debutantes en esta mejorada sección.
Críticas condensadas (por orden de proyección en el Festival)
La chica zurda (Left-Handed GirlShih, Ching Tsou, Taiwán / Francia / Reino Unido, 108 min.)
Melodrama social que toma como protagonistas a una familia formada por una madre, una joven adolescente y una niña, la chica zurda. El primer largometraje de su directora escoge como tema central la precocidad maternal y sus consecuencias, acompañado de familias arraigadas a pensamientos tradicionales y anticuados de la sociedad taiwanesa. Un aspecto reseñable del film es el movimiento de la cámara en mano siguiendo a las protagonistas, que le otorga fluidez a la historia. Transmite sensibilidad, desconcierto, injusticia, rabia, delicadeza y te hace sonreír. Es una gran película que te envuelve poco a poco y te va empujando, sin darte cuenta, al abismo del final, donde todo sorprende y cobra sentido.
Pillion (Harry Lighton, Irlanda / Reino Unido, 106 min.)
Melodrama “queer” entre un motero y un joven con una vida monótona. Para ser el primer largometraje de su director es una puesta en escena arriesgada y atrevida, se expone demasiado. Se aleja del estereotipo del motorista heterosexual y nos muestra una relación homosexual asimétrica entre sus protagonistas. El motero es la parte dominante y el joven es la sumisa, pasando por el fetichismo y llegando a desembocar en actividades sexuales extremas y de claudicación. Las escenas de esta índole llegan a rallar lo explícito y es donde radica el riesgo de rechazo del film. Lo reseñable es la credibilidad con la que nos convencen sus protagonistas del argumento de la historia. Pillion entre los moteros gays es el sometido, el de la parte de atrás de la moto. En la historia existe una parte de ternura y de amor desmedido en contraposición a la falta de compromiso y de afecto. El guion encaja momentos de ese humor inglés tan característico. El largometraje sorprende.

Golpes. Rafael Cobos (España / Francia, 101 min.)
Con esta primera película, de cine negro policíaco de extrarradio de ciudad, es con la que se presenta el guionista Rafael Cobos como director. El tema principal del que parte el film es sobre los “olvidados”, aquellos que fueron víctimas de la represión franquista. Partiendo de este argumento nos sitúa a dos hermanos en los años 80, uno policía y otro recién salido de la cárcel, este último en busca de los restos de su padre asesinado en la posguerra. El film está dotado de una muy lograda ambientación, localización y atrezzo, a diferencia de su final, que me ha parecido un poco previsible y lagrimoso. La película se asemeja a una montaña rusa con su cambiante ritmo. Hay sucesos que pasan de puntillas, dados por hecho con facilidad, y otros, en los que se recrea sin necesidad. Tenía unas expectativas más altas en esta película, al venir de un guionista de tanto talento.
Sorry, Baby (Eva Víctor, Estados Unidos, 103 min.)
Drama con tintes de comedia que nos relata el abuso sexual sufrido por una estudiante de universidad, durante la investigación de su tesis, por parte de su tutor. La exposición del caso es delicada debido a la situación de la protagonista frente al suceso y de los acontecimientos venideros. La película navega sobre estas consecuencias y el sentido de culpabilidad y desamparo de la víctima. En torno al tema principal, Eva Víctor introduce de manera sutil cuestiones que nutren al film: la homosexualidad entre mujeres de diferente raza, la inseminación, recuperar el sexo pleno en una relación, el arrepentimiento, la ansiedad y la amistad. Existen dos escenas muy reseñables, como la conversación que la protagonista tiene en un parking y la que se desarrolla con un juez para formar parte de un jurado. Argumento sensible, compaginado con diálogos en clave de humor para acercar al espectador su mensaje.

Lionel (Carlos Saiz Espín, España / Francia, 100 min.)
Primer largometraje de su director, llevado a cabo por actores no profesionales. Melodrama social con una estructura de “road movie” con reminiscencias de documental. Este es el cóctel que nos encontramos en una película que versa sobre las relaciones entre padre e hijos de una familia desestructurada. Es un tema arraigado en barrios periféricos y humildes de nuestra sociedad. Carlos Saiz pretende trasladarnos su mirada, sobre esta problemática, desde el punto más real posible dentro de una película de ficción. Podemos sentir la búsqueda de una compleja reconciliación entre padre e hijo de la que no pueden escapar, en un viaje de España a Francia, subidos en un coche. Todo ese recorrido, en el metraje, nos transmite sentimientos fraternales, nerviosismo, estrés e indecisión. El film parece prometer más de lo que finalmente nos encontramos.
La noche está marchándose ya (Ezequiel Salinas y Ramiro Sonzini, Argentina, 104 min.)
Drama social en película de blanco y negro que relata la precariedad salarial y la dificultad de conseguir una casa de alquiler a un precio justo en la Argentina. Desde la mirada de su protagonista, que trabaja en un cine proyectando películas, nos va introduciendo en su debacle laboral y como se enfrenta a ello en su supervivencia. Toda la atmósfera de depresión económica que cubre el film lo alcanza con un buen trato de la iluminación y de la luz. El metraje transmite al espectador momentos de respiro, entre tanta oscuridad, con su banda sonora. En este primer largometraje, ambos directores consiguen trasladar esa falta de justicia social y la resignación que vemos emerger en los personajes que lo representan. Nos acerca a su supervivencia y a cómo se amoldan a las circunstancias. Película redonda.

La cronología del agua (Kristen Stewart, EUA / Francia / Letonia, 127 min.)
Acertado o no, pero diferente. Así es el primer largometraje de su directora. Consigue trasladarnos una mirada distinta tras la cámara sobre los abusos sexuales de un padre a su hija. En este drama nos expone el trauma y las secuelas que genera a lo largo de la vida de la protagonista, cuyo guion está basado en la experiencia vivida por la escritora y profesora Lidia Yuknavitch. En la estructura del film destaca el juego de adelantar planos respecto a la escena en la que se encuentra, pudiendo entrar en el futuro inmediato de la película. Lo que puede lastrarle al conjunto del argumento es el exceso de planos y secuencias de sexo, e incluso de alcohol y drogas. Demasiada autodestrucción. Transmite exageración, opresión, asfixia, indignación y finalmente desahogo. En el inicio del film no comprendes su dinámica, todo es confuso y se nos hace desagradable, pero cuando estás a punto de irte, te engancha.
El palmarés de la SEMINCI con relación a estas películas ha sido el siguiente:
PREMIO “Ribera del Duero” A LA MEJOR DIRECCIÓN: Ezequiel Salinas y Ramiro Sonzini por La noche está marchándose ya.
PREMIO MEJOR ACTOR: Harry Melling, por Pillion.
PREMIO MEJOR ACTRIZ: Eva Víctor, por Sorry, Baby.

