Críticas

La música que se lleva en el alma

La familia Belier

La Famille Bélier. Éric Lartigau. Francia, 2014.

Cartel de la película La familia BelierEsta es una película que discurre por los senderos de la ternura familiar. La familia Bélier está formada por los padres, que son sordomudos, por un hijo, igualmente sordomudo y por la joven hija Paula (Louane Emera), que es no solamente normal, sino que está dotada de una voz bellísima. Es una familia campesina, de un pequeño pueblo francés, dedicada a la producción de leche y de quesos, en un negocio familiar. Paula desempeña un papel vital con su capacidad para entender el lenguaje de los sordos, servir de puente de comunicación entre su familia y el mundo exterior y asumir todo tipo de tareas en la empresa familiar.

Se trata de una familia como pocas. Los padres se quieren y se disfrutan locamente, dando lugar a una sensación de juventud y de sexualidad eterna, como si los sonidos verbales que no pueden pronunciar ni escuchar se convirtieran en inagotables reservas de buen humor, de gestos y de acercamientos mutuos. La hija crece en este ambiente de movimientos diurnos y nocturnos, de sonrisas y de energía inagotable y, a diferencia de otros adolescentes, no puede refugiarse y aislarse de sus padres con monosílabos y respuestas parcas: ella es la voz y el oído que no tienen y eso lo asume con libertad y con entrega total. Además, con admiración, porque los padres Bélier nunca se dejaron vencer por las limitaciones, hasta el punto de que Rodolfo, el padre (François Damiens), se lanza, sin mayores dudas y con el entero apoyo de su esposa Gigi (Karin Viard) como candidato a la alcaldía de su pueblo cuando siente que el alcalde existente, que quiere ser reelegido, es mediocre e incapaz.

Fotograma de La familia BelierEs en este ambiente que la joven Paula, al entrar al coro de su escuela, descubre con certeza que tiene un don especial para la música, con una voz que se destaca de inmediato y que impresiona al director del coro, una persona hosca y exigente, que se convierte en su mentor. Siguen las aventuras, las frustraciones y los momentos de gozo naturales a este tipo de situaciones, abundantemente descritas en el cine cuando trata el tema del surgimiento de un cantante o de un músico, destinado a triunfar. Los espectadores, siempre caeremos atraídos por la trama, y experimentaremos sensaciones de orgullo y de alegría cuando la persona talentosa va superando etapas en su camino hacia el triunfo y el reconocimiento. Y, aunque sabemos que lo va a lograr, sufrimos también cuando surgen las dificultades y pareciera que no.

La famille BélierPero, aún basándose en una receta bien conocida, este es un filme distinto. Lo notamos cuando Paula descubre lo que pudiéramos llamar sonidos del alma, esos que se expresan no solamente con la voz, sino con la totalidad del ser. A ese descubrimiento la convoca la necesidad de cantar de tal forma que sus padres puedan oírla y captar la belleza sonora de sus palabras. Es en ese momento que ella resuelve su dilema personal, que la sujetaba a la indecisión entre seguir su talento de artista o hacer caso a su destino de mujer familiar, apoyo de un hogar único y maravilloso. Bien sabemos que casi siempre esos dilemas son un poco falsos, pero así es el cine, nos plantea extrañas dicotomías y, como ocurre en este caso, nos sorprende agradablemente con las soluciones resultantes.

la-familia-belier-3Plantea también la película otros dos temas que poco aparecen en el cine. Uno de ellos es del despertar a la sexualidad de una joven pueblerina, que no solamente canta bien, sino que actúa de forma extrañamente inocente. Se trata de una mujer del campo, que ve concebir y nacer animales; una hija de padres que no ocultan sus mutuas pasiones sexuales; una estudiante de escuela secundaria en la que no deja de abundar la promiscuidad, de la cual hace gala su mejor amiga y confidente, incluso con su propio hermano sordo. Y sin embargo, la joven Paula está plena de pureza y de frescura, y los realizadores nos permiten apreciar y disfrutar este raro don, para que se quede en nuestras retinas, sin caer en la tentación de desgastarlo.

la-familia-belier-4El otro asunto es de la vida de los pueblos en estas sociedades modernas. Es un tema abundantemente tratado en el cine norteamericano, pero quizás no tanto en el cine europeo o francés. Vemos la vitalidad de la pequeña localidad donde transcurre la historia: el mercado y los negocios de los campesinos; los campos fértiles y bien cuidados; la escuela secundaria con profesores notables y estudiantes despiertos; las fincas bien operadas a base de maquinaria y tecnología; los canales locales de TV; la capacidad empresarial local. Incluso rasgos de participación popular y de una cierta madurez política. Pienso que nada de esto es inocente, que hay un mensaje sobre la gran vitalidad de los pequeños pueblos, que puede aportar talentos y soluciones a los urgentes problemas de las grandes urbes, siempre y cuando se reconozca y se vitalice, se destaque y se ensaye.

Pero más allá de todo esto, las bellas canciones, sentidas y expresivas, constituyen la razón de ser esta bella película, que nos lleva a apreciar la música que se lleva en el alma.

Trailer:

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Ficha técnica:

La familia Belier (La Famille Bélier),  Francia, 2014.

Dirección: Éric Lartigau
Guion: Victoria Bedos, Stanislas Carré de Malberg
Producción: Philippe Rousselet, Éric Jehelmann, Stéphanie Bermann
Fotografía: Romain Winding
Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine
Reparto: Karin Viard, François Damiens, Éric Elmosnino, Louane Emera, Roxane Duran, Ilian Bergala, Luca Gelberg, Mar Sodupe, Stéphan Wojtowicz, Jérôme Kircher, Bruno Gomila

29 respuestas a «La familia Belier»

  1. Muy buena crítica para una película parecida a muchas, pero diferente, al alcanzar momentos de sensibilidad auténticos y muy entrañables.

    1. Buenas, disculpa correguirte Rosa, pero si son SORDOMUDOS, puede que no tengan afectado las cuerdas vocales, en este caso ellos no hablan, sea por falta de educacion o dificultades de aprendizaje. por lo tanto tienen esta etiqueta. lo que son sordos son aquellos que no oyen y se expresan verbalmente, como es mi caso. Saludos!

        1. Lo siento muchísimo. Rosa NO tiene razón. Sordomudo está en desuso y es ofensivo para las personas sordas. Su explicación corresponde al concepto equivocado que pervive desde tiempos inmemoriales y que se popularizó en el siglo XIX. Puede que Rosa sea oralizada pero eso no implica que los sordos signantes sean mudos. De hecho, yo también soy sorda (y fui oralizada pero me considero bilingüe porque la lengua de signos hace parte de mi vida). La lengua de signos no es una lengua silenciosa. Eso un estereotipo.

          1. No entiendo porque es una ofensa, yo soy sorda, si no fuese por los implantes sería sordomuda, esto significa que al no poder escuchar no podría adquirir un lenguaje oral,solo emitiría sonidos o lo que consiga por imitación. Pero no podría hablar de forma oral solo por signos, evidentemente es una lengua silenciosa pero expresiva (muy muy expresiva).

    2. Las personas que son sordas de nacimiento, generalmente son sordomudas, ya que aunque tienen la capacidad de hablar, no pueden aprender a hacerlo debido a que no pueden escuchar las palabras. Aunque en muchos casos si aprenden a hablar, les cuesta mucho la modulacion, por lo que creo que prefieren no expresarse de esta forma.

    3. Son sordomudos, xq al ser sordos de nacimiento no pueden aprender a hablar, ya q no perciben sonidos q puedan luego repetir.

      1. No son sordomudos. La lengua en señas es un idioma. Mudo es quien no se puede comunicar. Ellos se comunican por lengua en señas. Y a la comunidad sorda no le molesta el término sordo. Porque eso exactamente son. Más en cambio “sordomudo” es una definición no grata.

        1. Por fin un comentario coherente. Como persona sorda me siento francamente ofendida con el término «sordomudo». Y que los periodistas no investiguen antes de escribir una crítica literaria o cinematográfica, quita las esperanzas de contar con el apoyo de los medios de comunicación para educar a los oyentes que desconocen sobre los sordos…

          Aparte de eso, la película reproduce muchos estereotipos sobre las personas sordas. Uno de esos estereotipos es que hay incompatibilidad entre la música y el mundo de la lengua de señas. Realmente, los sordos disfrutamos de la música desde una percepción sensorial distinta que los oyentes no entienden y les cuesta trabajo entender. Muchos sordos son cantantes y bailarines profesionales, de hecho…

  2. Me encantó la película y la música . Ya busqué el soundtrack en iTunes, no está ¿alguien sabe dónde lo puedo conseguir?

  3. Hola, he visto la película y me ha encantado. Respecto al comentario de si son o no sordomudos, mi opinión es que no, que ese término está en deshuso y que está mal expresado.
    En el caso de VJ mute, está claro que es una persona sorda, pero en el caso de los protagonistas bien se explica también en otros comentarios que por su falta oído han tenido muchos problemas para adquirir el lenguaje pero conozco a muchísimas personas sordas y ninguna de ella es muda. Otra cosa es que su pronunciación y/o su dicción sea incompleta pero eso no quiere decir que no puedan emitir sonidos, que sería el caso de las personas mudas.
    La diferencia creo que está en el uso de la lengua de signos. Hay muchas personas sordas que hablan perfectamente pero que se comunican en lengua de signos porque es su lengua natural, lo que les identifica y sobre todo cuando están con otras personas sordas pero muchas de esas personas pasan horas y horas del día alrededor de personas oyentes y en ese caso, mejor o peor todas hablan, de ahí que sigo defendiendo que no son sordomudos, sino sordos.

  4. A ver, la chica no canta un pimiento: no tiene voz ni técnica (Fiato? «Pa» qué, no?). Es una «cantante» de «La Voz», pero no una «revelación» ni una «voz maravillosa» que haya que llevar al conservatorio de París para que la humanidad no pierda una María Callas en potencia.
    Esa parte de la película es absurda e inverosímil, aunque está en consonancia con la línea de la música casposa francesa que el supuesto profesor de canto hace cantar a sus alumnos en vez del repertorio que de verdad se enseña en las clases de canto coral y que todos los que hayáis estudiado música o tengáis hijos que lo hagan conocéis perfectamente y que van desde la música popular hasta la gran música coral de todos los tiempos.

    En fin, la música es infumable, y no me creo que en los institutos franceses en la asignatura de música se enseñen esas tonterías ñoñas a más no poder. Es como si aquí en los institutos se enseñara a los chavales a cantar Pablo Alborán, pero el resto de la película es encantadora. Humor sin pretensiones para toda la familia. No es alta comedia ni tiene el ingenio de una obra de Quevedo, pero es que no lo pretende ni todo el mundo lo entendería aunque lo pretendiese, pero mantiene ese tono alegre y gracioso con momentos de ternura sin caer en la cursilería típica de las películas americanas (salvo como he dicho antes lo de las aspiraciones musicales de Paula, que es infumable por el enfoque banal, pop, de lo que es el verdadero canto).
    En resumen, una película muy recomendable para ver en familia aparcando por un momento el espíritu crítico más exigente.

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