Críticas

Naturaleza mágica

La Bruja

The Witch. Robert Eggers. Estados Unidos, 2015.

Póster promocional de La BrujaLa Bruja es un fabuloso retorno a lo primario, pero rodado con la sensibilidad y la paciencia de los maestros, a pesar de su naturaleza de ópera prima. La llamada a las emociones más profundas del ser humano contra la naturaleza que no comprende, que le aterra, es el arma esgrimida por Robert Eggers para el buceo sin concesiones por las miserias humanas. La Bruja bebe de la tradición fantástica, del folclore tradicional, de la misma semilla de donde nacen Caperucita u otras tantas historias que son, al fin y al cabo, los primeros ladrillos del género de terror. Pero la grandeza de esta película no es tanto por su condición de obra de género; al contrario, los aplausos vienen, precisamente, por su capacidad de aunar tradiciones y estilos que trascienden las etiquetas, con respeto reverencial a los clásicos, sin perder de vista al público del siglo veintiuno. La paciencia y el mimo con el que Eggers trata la caída en los infiernos de esta familia a merced del mal en su estado más puro, convierten la experiencia de La Bruja en un atosigante encuentro con nuestro lado oscuro, al mismo tiempo que regala la sensación al cinéfilo de un extraño retorno al hogar.

Los ingredientes para la pócima de esta bruja son elegidos con sumo cuidado por Eggers, conocedor de su oficio y las referencias básicas para construir su historia. Lo hace sin excesos ni aspavientos, a base de una economía de espacios magistral, que resulta en la perfecta unión de las piezas. El contexto histórico se presenta a base de pequeños detalles, sin presión alguna para el espectador, que desde el primer minuto entra de lleno en la idiosincrasia de esta particular familia. El fanatismo religioso y la superstición son la semilla de la desconfianza que lleva a los protagonistas a la situación límite que desencadena el clímax de la narración. Son las sensaciones, el trabajo emocional de Eggers, las que atrapan al espectador. Pero Eggers no cae en lo simplón a la hora de presentar a sus personajes. Es un director frío, capaz de mantenerse alejado de sus creaciones, dispuesto a muchas renuncias por la coherencia de su visión de la película. Y funciona, puesto que esa precisión casi ajena dibuja de manera sencilla y reconocible las relaciones entre los personajes, la funesta enajenación religiosa alimentada por la hipocresía y la culpabilidad.

Eggers se olvida del efectismo, sumerge su malévolo cuento en la quietud y la calma, nos apresa con la extraña tensión que precede a las tormentas. Evita el ruido innecesario, el montaje esquizofrénico. Apuesta por la sencillez de la puesta en escena, por el movimiento meditado de la cámara, por el protagonismo de los personajes en la escena. Nos lleva de la mano a un viaje por el cine: los silencios dramáticos de Bergman, los personajes límite atenazados por su espiritualidad, extraídos del maestro Dreyer, la desesperanza muda del mejor Haneke, el aislamiento mortal que servía de base a El Resplandor (Shinning, Stanley Kubrick, 1980)…, piezas de un fascinante viaje visual que Eggers lleva a su propio terreno, brumoso, de belleza perversa. El folclore americano transformado en amalgama de horrores, como anticipó El proyecto de la bruja de Blair (Eduardo Sánchez, Daniel Myrick, 1999), llega al paroxismo visual y temático en la apuesta de este director debutante en el largometraje. El comedido uso del sonido ayuda a que ciertos momentos de La Bruja se acerquen a la experiencia mística, gracias a la presencia de una escasa, pero absolutamente brillante banda sonora.

Imagen de La BrujaPara un conjunto redondo, hace falta la implicación de un elenco actoral metido en sus personajes, creyentes a pies juntillas en el camino tortuoso impuesto por el director para estos caracteres. Cada miembro del reparto está a un nivel brillante, sometidos con fe ciega a los designios de la identidad de esta familia miserable, por humana y reconocible. Los monstruos que promete el amenazador bosque no son más que la chispa que desata los horrores propios de una época y una mentalidad destructiva. Sin caer en la moralina ni en las comparaciones innecesarias con los fanatismos de hoy, Eggers practica un retrato demoledor de los fantasmas muy terrenales, supeditados a los delirios místicos de un cabeza de familia contradictorio, tan poderoso y amable como circunspecto y rígido (y, como humano sometido a sus propias reglas, víctima de su hipocresía demoledora).

La propuesta de Eggers no se somete a ningún discurso claro. La importancia es de la historia, anclada en las tradiciones del relato de brujería más delirante, pero entre líneas se atisba un oscuro canto contra el pensamiento único, y cierto aire de reivindicación del papel femenino, en una época en la que cualquier mujer fuera de la línea recta marcada por el uso social era sospechosa de herética. Aún así, el ambiguo final, en brazos de esos relatos imaginados por los jueces de los procesos de brujería, y que tan bien fueron retratados en el mítico filme Haxan (1922, Benjamin Christensen), es tan demoledor como enigmático. ¿Acaso se presenta el mal como única fuente de salvación? ¿No hay más que blanco y negro para enfrentarse a una sociedad enferma? ¿Qué son las brujas de esta película si no mujeres libres en un mundo de doble moral religiosa? ¿Es el drama un delirio producto del castrante orden social? Las grandes películas lo son, aparte de por su calidad visual o literaria, por la capacidad de generar algo más en el espectador que las emociones prefabricadas. La Bruja deja ese poso de misterio tras el relato agobiante, tras los silencios, tras la vuelta al horror primigenio.

La protagonista de La BrujaRobert Eggers ha levantado sonoros aplausos a su paso, e incluso se ha hecho con el premio al Mejor Director en un festival tan exquisito como Sundance. Todo este revuelo me parece justificado, porque todo en La Bruja es amor al cine y respeto máximo por el espectador. No es la película de terror al uso que muchos están esperando, pero es una experiencia diferente, hermosa y turbadora a partes iguales. No hay un momento de respiro, a pesar de la aparente calma, puesto que el horror de esta película está en el aire que se respira, en la tierra que pisan los personajes, en las sombras del amenazador bosque, presentado como una entrada a otro mundo, salvaje, antiguo, sediento de sangre.

La Bruja tiene todos los ingredientes para que, dentro de unos años, se hable de un gran clásico. Tiempo al tiempo. Y a su justicia.

Tráiler:

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Ficha técnica:

La Bruja (The Witch),  Estados Unidos, 2015.

Dirección: Robert Eggers
Guion: Robert Eggers
Producción: Coproducción USA-Canadá-Reino Unido; A24 / Code Red Productions / Pulse Films / Scythia Films / Rooks Nest / Maiden Voyage Pictures / Mott Street Pictures
Fotografía: Jarin Blaschke
Música: Mark Korven
Reparto: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson, Ellie Grainger, Julian Richings, Bathsheba Garnett, Sarah Stephens, Jeff Smith

14 respuestas a «La Bruja»

  1. Todas esta extensa alabanza sobre la pelicula después de verla, es más interesante que la película. Desde el primer momento se sabe que los fanáticos religiosos iban a encontrar a la bruja en la bellísima adolescente que perturbaba a todos en esa casa. La,madre, una sierva del marido, trataba a la hija como una esclava. Quizá porque es joven, fresca, y no marchitada aun por la miseria, mientras ella parece una,bruja vieja, arruinada y muy infeliz. El padre y el hermano la ven bruja porque es mujer y joven. Todo los invita al pecado, al de ellos mismos. Y que termine volando…es más ciencia ficcion, pobre, sangrienta y sin explicaciones. A mi me resultó predecible y no la recomiendo.

    1. Inés, el que parezca predecible denota justamente la vigencia de los temas que sustentan la trama: el fanatismo religioso, la soledad, la ignorancia, la creencia en una verdad única… lastimosamente tan actuales aún. Y el vuelo final, frente al aquelarre, es una hermosa metáfora de la liberación porque ¿qué aquelarre no lo es…? Yo me permito recomendar la pelicula.

    2. Saludos, te invito alguna vez a dormir en algun campo abierto, alguna cabaña lejos de todo rodeada de arboles, sin tecnologia y luego ver nuevamente el film, linda noche.

  2. Tremenda película, tiene la dosis justa de terror y es muy perturbadora, te deja mal ver como todos los integrantes de la familia caen al infierno.. llama la atención por que hay cosa d que se juntan con las creencias q la gente de campo suele contar.. como por ejemplo la adoración frente a la fogata en el final es lo q comúnmente se cuenta como la fiesta de campo q si ves luces y fiesta no tenes que ir.. bueno ahí estaba en la película… como la lejanía a un pensamiento actual o al uso de tecnología y la naturalidad deja que los lugares se pueblen de maldad sobrenatural, muy recomendable!!! Pero no es para cualquiera

  3. la vi hoy y ando todavía medio inquieto me imagino que eso es porque es una buena película, al final no entendí por que los gemelos llamaron a la bruja Flora la que estaba mordiendo al animal, me imagino que la trama trata de la perdida de la fe que tenia la familia, la quiero volver a ver, la recomiendo es muy interesante, entendí que en todos lados esta dios y también el mal me hizo reflexionar que por muy fuerte que sean tus creencias te puedes doblegar al mal, siempre hay que tratar de ser fuerte y creer en dios por muy duras que sean las adversidades.

  4. En mi opinion existe un vacio… Una explicacion, entiendo el papel de la bruja pero el negro phillips?? Osea cual es el verdadero mal?? Quien trae a quien?? Salvo por eso es una pelicula fiel al genero y sobrerodo muy respetuosa de los detalles de la epoca en la q fue ambientada…

  5. el ojo educado en temas de esa naturaleza se dará cuenta de que la película argumenta con conocimiento de causa
    x ejemplo: el vuelo de las brujas corresponde a la grasa de bebe sin bautizar en la cual se deben bañar
    los.niños poseídos son incapaces de recordar las oraciones y que el circulo de oración como parte de un exorcismo causa del dolor abdominal de los gemelos
    la niña no es la sirvienta x q su madre la odie sino porque esas eran las habituales obligaciones de la hermana mayor
    planean entregarla xq ya tiene sus primeros periodos menstruales y de acuerdo a la tradición generalizada debía estar al servicio de otra familia al alcanzar la adultez (adolescencia)
    me temo Inés Dave que no entendiste la pelicula, pero entendemos porque no la recomiendas

  6. Me fascinó super encantada quisiera volverla a ver por eso leo estos comentarios y pues aunque no entendí a qué horas hizo el pacto tomasin .

  7. A mí me gustó y me dejó inquieta y triste pues toda la familia perdida en los brazos de la maldad manifestada en la bruja del bosque y el Philip black.
    Creo que la volveré a ver.

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